Torrevieja 16-06-2014
La tan cacareada puesta en valor de la Plaza del Molino, como elemento esencial de una de las rutas turísticas que según el Equipo de Gobierno recorrerían el término municipal de Torrevieja, se suma a los muchos fracasos que durante los últimos años han venido caracterizando la gestión turística del P.P., que como viene siendo habitual, sólo se plasma en el papel y en los medios de comunicación, quedando en el olvido a los pocos meses de hacerse público, sin llegar a concretarse ni tan siquiera en los boletines de promoción que se ofrecen al público que visita las oficinas de información turística.
La anunciada apertura al público del molino de viento que preside la referida plaza con la puesta en funcionamiento del sistema de audioguías que en cuatro idiomas (español, inglés, alemán y francés) informarían a los visitantes guiando el recorrido tanto por el exterior como por el interior del edificio, dando a conocer en profundidad las peculiaridades de los elementos que componen las tres plantas con las que cuenta y la razón de la existencia de cada uno de ellos, no ha pasado de ser un anuncio sin ningún tipo de trascendencia real, del mismo modo que sigue sin utilizarse el vídeo didáctico que se grabó para reproducirlo y exhibirlo a los visitantes en el interior del molino.
Todo un ejemplo de la fracasada política turística del P.P. en el municipio de Torrevieja, que tras dilapidar miles de millones de euros durante los últimos años ha sido incapaz de definir unas mínimas señas de identidad que permitieran identificar el destino turístico de Torrevieja con calidad.
Así, al fracaso del destino turístico de salud, con el batacazo que supuso el atentado medioambiental del Balneario de Lodos y de todo el proyecto de excelencia turística, se suman los del incremento de la planta hotelera, el de la transformación de la fachada marítima o las recientes ocurrencias de turismo deportivo, cultural y medioambiental, que como siempre tendrán un muy corto recorrido.
Desafortunadamente y gracias a la política de crecimiento urbanístico fomentado por los tres grandes partidos que han gobernado la ciudad durante los últimos cincuenta años, Torrevieja es rehén de dicho modelo de ciudad, caracterizado por la masificación de la oferta de segunda residencia, la sobreexplotación del suelo, el ilícito urbanístico, la falta de servicios de infraestructuras y la presencia de otros muchos vicios y carencias propios del urbanismo especulativo y a la carta que sin el más mínimo reparo se ha venido desarrollando en Torrevieja.
Corregir el desaguisado que ha supuesto la Torrevieja actual, diseñada por quienes entienden que turismo no es más que vender casas y apartamentos y cuantos más mejor, va a ser una ardua tarea que no se puede arreglar con proyectos y anuncios que luego quedan en agua de borrajas, sin llegar a plantear soluciones que aborden los déficits y problemas actuales y los que se plantearán cuando se ejecuten todas las actuaciones urbanísticas en trámite.
Desde Los Verdes consideramos que ya va siendo hora de repensar la ciudad y el poco territorio que todavía nos queda libre para poder, a partir de ahí y de la tramitación de una profunda revisión del P.G.O.U., tratar de diseñar un modelo turístico que al menos pueda servir para dar satisfacción a los residentes y visitantes mejorando la calidad de nuestros servicios e infraestructuras.