Este jinete del regimiento de Caballería Alcántara murió tras ser  hecho prisionero por los rifeños  durante el Desastre de Annual de 1921

El próximo año se cumplen 100 años de una de las mayores derrotas del ejército español durante el Protectorado de Marruecos  

TEXTO EDUARDO DE GEA

LUNES 13-04-2020

El próximo año se cumplen 100 años del desastre de Annual, una de las mayores derrotas del ejército español en toda su historia a manos de las tribus del Rif oriental lideradas por Abd El Krim. Este hecho se produjo durante el Protectorado Español en Marruecos (1912-1956). Un desastre social, político y económico que puso las semillas de dictadura de Primo de Ribera y de la Guerra Civil. En este episodio cuyo centenario tendrá lugar en julio de 2021 murieron miles de españoles, unos 10.000, aunque algunas fuentes elevan este número y otras lo rebajan.  

Entre otros muchos figura Antonio Girona Paredes (Rojales 1902-Marruecos 1921) soldado del Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería. Un total de 691 hombres formaban el regimiento el 23 de julio de 1921. Desde esta hecha hasta el 9 de agosto, cuando se rinde  Monte  Arruit, 541 habían muerto en combate y 78 quedaron prisioneros de los  harqueños. Entre los jinetes hechos prisioneros se encontraba Antonio Girona. Al Alcántara le fue concedido el día 2 de junio de 2012  la Cruz  Laureada de San Fernando, como Laureada Colectiva. 

Esta perdida de vidas humanas  se produjo durante  la considerada “hazaña más destacable  de un regimiento de caballería europeo”, durante la retirada  del campamento de Annual y de otras posiciones del ejercito español. Y ello cuando las kábilas  del Rif sublevadas  por  Abd el Krim  atacaron  las posiciones  de la zona oriental  del Protectorado  de España en Marruecos  para  expulsar de su territorio al invasor español a cuyo frente, de la comandancia  general de Melilla,  se encontraba  el General Manuel Fernández  Silvestre.

Durante el llamado desastre de Annual el Regimiento de Caballería Alcántara prácticamente  dejo de  existir y los restos de sus escuadrones  quedan dispersos  en varios puestos. De los cuatro jefes, 3 murieron y uno fue hecho prisionero; de veintinueve  oficiales, 21 resultaron muertos y  4 heridos; de los  seis  suboficiales, 5 muertos; de veinte sargentos,  18 muertos; de 63 cabos  53 muertos; de 13 trompetas, todos muertos; de 14 herradores 11 muertos; de 17 soldados de primera, 14 muertos y de  524 soldados  de segunda, 403 muertos.  A Melilla  solo llegaron  67 vivos.

Y todo ello fue para proteger a miles de soldados que espantados huían de los rifeños, apenas sin defenderse, victimas del pánico del miedo, Fueron defendidos por los jinetes del Alcántara, cuyas  luchas y cargas se produjeron  a lo largo de muchos kilómetros,  sufriendo bajas a lo largo de todo el recorrido.

Dos sobrinas de Antonio Girona Paredes, Josefina de Gea Girona y  María Teresa  Torres Girona, residentes en Rojales (Alicante),  recuerdan como sus respectivas madres, las hermanas, Josefa y María, les contaban lo sucedido. Los pocos datos que tenían de las circunstancias  en las que falleció Antonio Girona.

El último contacto directo de Antonio Girona con sus familiares  fue a través de una carta  fechada el 29 de noviembre de 1920  remitida a María. En ella narra las penurias que sufrían a diario y los combates casi continuos en los que participaban. “Hermana, de lo que me dices que vais a pasar malos días en Navidad, pues desearía pasarlo  con vosotros  porque  yo se que la  Nochebuena  me toca estar en medio de un campo  con la carabina guardando que lo moros no vayan a matarnos, y el día de Navidad según a dispuesto el General, se realizarán operaciones (…) mira como lo pasaré  con dos chuscos y una lata  de sardinas en  conserva y al mismo tiempo siruelas que las comeré  si no nos tienen todo el día en guerrilla”.Y añadía: “María  quisiera de vieras cuando vamos a las operaciones  con cañonazos y  granadas, y nosotros a caballo (…) Es muy terrible  porque  por menos de nada  te dan dos tiros”.

Antonio Girona entró a formar parte del Regimiento Alcántara de manera  voluntaria. Un familiar de su padre que era militar de caballería lo animó para ello peses  a que no tenía la edad correspondiente para ingresar en el cuerpo. La firma de su padre  permitió su incorporación, con la oposición de su madre.  El hecho de que iba a tener un buen sueldo  y  que el Protectorado de Marruecos estaba tranquilo entonces fue lo que animó a Antonio Girona a su incorporación a filas.  Las sobrinas del jinete del Alcántara relatan que después  del desastre de Annual, los padres y los hermanos y hermanas de  de Antonio Girona ni supieron nada de él durante meses. Y ello hasta que apareció  en su casa  de Rojales un superviviente del desastre, un vecino del Campico de Guardamar que les contó como Antonio Girona había muerto estando prisionero debido a las condiciones del cautiverio. Este guardamarenco, que sobrevivió comiendo hierbas,   había salido con vida del cautiverio. Tanto María Teresa como Josefina explican  que su tío, estaba prisionero en un descampado junto a un poblado rifeño, rodeado por una cerca donde casi no le daban nada de beber  ni de comer  en una condiciones insalubres.       

Después de muchos meses a los padres de Antonio Girona les llegó una carta oficial del ejército exponiendo que se le había aprobado una paga mensual por la muerte de su hijo, y sin recoger más explicaciones en cuanto al fallecimiento, las causas o el lugar donde se encontraba el cuerpo.  

Reseñar que el día 2 de junio  de 2012  el Boletín Oficial de Estado mediante el Real decreto  905/2012, este alicantino  y el resto del Alcántara, recibió  la Cruz  Laureada de San Fernando, como Laureada Colectiva, “el mayor  reconocimiento  al valor por acción de guerra”  por los hechos protagonizados  en las jornadas  del 22  de julio al 9 de agosto de 1921, en los sucesos conocidos  como Desastre de Annual donde dicha  unidad “combatió  heroicamente  protegiendo el repliegue de las tropas españolas  desde las posiciones  en Annual a Monte Arruit”. Y ello tras ser aprobado por el Gobierno  y refrendada por  S.M el Rey de España.   

100 años

Reseñar que el próximo año se cumplen los 100 años del Desastre de Annual. Uno de los grupos más activos que pretenden conmemorar  la efeméride, recordar y homenajear a los fallecidos es  “Annual 1921.Un año para el centenario”.

Además de constantes visitas  a los lugares donde ocurrieron los hechos han editado un escudo  bordado  donde se refleja  la zona de antiguo protectorado, y lleva estampado    las letras “Los del 21”. Los bordados serán distribuidos entre los miembros del grupo, tras su bautizo simbólico en la tierra de la posición de Igueriben. También participan en conferencias, publicaciones y actos de todo tipo.