El Consell y las cofradías acuerdan una posición conjunta a la hora de plantear al Ministerio de Agricultura el criterio de aplicación de los nuevos planes pesqueros
– El secretario autonómico de Agricultura defiende que el reparto de los días de trabajo para los barcos lo gestionen las entidades profesionales
– Rechazan que las asignaciones de pesca sean transferibles para evitar así posibles oligopolios
TEXTO L.C.I.
JUEVES 24-10-2019
La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y las cofradías de pescadores de la Comunitat Valenciana han alcanzado una posición de consenso a la hora de plantear al Ministerio de Agricultura cuáles deben ser los criterios de aplicación de los futuros planes para la pesca de arrastre, basados en el nuevo reglamento comunitario y que entrarán en vigor el año próximo.
El desarrollo normativo de la reglamentación europea corresponde a los estados miembros y, en consecuencia, se están barajando diversas opciones de cara a establecer las nuevas directrices de funcionamiento para el sector.
En este sentido hay que apuntar que estas disposiciones legales de la Unión Europea, dirigidas a preservar el mantenimiento de las especies marinas, se fundamentan en el criterio de “disminuir el esfuerzo pesquero”, o lo que es lo mismo, en la reducción del número de horas, de días hábiles de pesca para los barcos.
Dos son los aspectos centrales que afectan de lleno a ese capítulo trascendente para el futuro de la actvidad pesquera de arrastre. Sobre ambos puntos, el acuerdo entre las cofradías valencianas y la Conselleria de Agricultura es total, tal como se puso de manifiesto en la reunión mantenida entre los responsables de las referidas entidades y el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca, Roger Llanes.
La primera de las dos cuestiones alude a los criterios de reparto de los días de pesca para cada barco. Tanto la conselleria como las cofradías defienden que sean las propias entidades profesionales las que realicen ese cometido, en lugar de que las jornadas hábiles se distribuyan en función de la actividad acumulada por cada buque durante el periodo histórico comprendido entre los años 2015 y 2017.
“Pensamos que repartir los días basándose en la actividad acumulada por los barcos no sería justo en absoluto ha sostenido Rodríguez Mulero- porque supondría un agravio y una desventaja para los buques que han llevado a cabo más paradas temporales y que, por tanto, más han contribuido también a la recuperación de las especies marinas”.
En opinión de Rodríguez Mulero, “tienen que ser las cofradías de pescadores las que se encarguen de efectuar las distribución de los días de actividad que les correspondan entre los miembros de su flota, porque son ellos quienes conocen las necesidades del entorno y esa es la fórmula que permitirá alcanzar un modelo de gestión equilibrado”.
El segundo de los aspectos se refiere a las llamadas asignaciones individuales de pesca. También en este caso, la conselleria y los profesionales de la mar coinciden en expresar su rechazo a la posibilidad de que tales asignaciones sean transferibles y se muestran partidarios de que las decisiones al respecto recaiga en las propias cofradías.
“No pensamos, ha afirmado, -el director general de Agricultura, Ganadería y Pesca- que abrir la puerta a la opción de que pueda comerciarse con los derechos pesqueros y, por ende, con las licencias, sea una buena idea. Correríamos el riesgo de crear un oligopolio indeseable. Estamos hablando de un recurso público y el Estado debe cederlo a sus protagonistas. Nosotros abogamos por la cogestión y las cofradías de Catalunya, Baleares y buena parte de las de Andalucía coinciden con nuestro punto de vista”.
Las especies de pesca de arrastre que van a verse directamente afectadas por los nuevos planes son la gamba roja y de altura, el langostino, la merluza, la cigala y el salmonete.