Mientras los productores de la Comunitat Valenciana sufren una campaña desastrosa y sin apenas salida comercial
Los efectos del acuerdo entre la UE y Sudáfrica, a pesar de haber concluido en teoría el 30 de noviembre, todavía colean
TEXTO L.C.I.
MIÉRCOLES 04-01-2016
LA UNIÓ de Llauradors denuncia que el nuevo año ha traído una sorpresa más dentro de la desastrosa campaña citrícola y es que en la cadena de supermercados Dia todavía se pueden comprar a fecha de hoy naranjas procedentes de Sudáfrica en un estado lamentable.
Tanto en tiendas físicas (como se puede ver en el tique de compra de ayer de un supermercado Dia de Orihuela (Alicante) y otro de hoy en Pozuelo de Alarcón en Madrid), como en la tienda online a nivel estatal se pueden adquirir naranjas de la variedad Navel a 1,39 euros/kg cuyo origen es la República Sudafricana.
Esta circunstancia resulta totalmente ilógica en las fechas en las que nos encontramos, desmonta todos los argumentos con los que se intentó justificar la presencia de naranjas en nuestros mercados cuando aquí no había y contrasta con la desastrosa campaña que sufren los productores de cítricos de la Comunitat Valenciana, con unos precios ruinosos y tremendas dificultades para dar salida comercial a su fruta.
La ampliación del periodo de importación de cítricos procedentes de Sudáfrica hasta el 30 de noviembre, con una progresiva disminución anual de los precios de entrada hasta su total desaparición en 2025, puede ser letal para la citricultura valenciana tal y como ha venido denunciando en repetidas ocasiones LA UNIÓ.
Esa prórroga del período de importación supone la posibilidad de entrada de altos volúmenes de cítricos en los últimos días de esas nuevas fechas, de forma que provoquen la presencia de naranjas sudafricanas de lamentable calidad en los mercados hasta más allá de Navidad como se puede comprobar en Dia, con clara afección directa sobre nuestras producciones que se encuentran en estos momentos en el mejor momento organoléptico. La posibilidad de entrada de naranjas procedentes de Sudáfrica durante un mes y medio más era, es y será, tal y como ha criticado LA UNIÓ, una herramienta evidente de presión de los precios a la baja en origen en manos de los intermediarios.
La situación de la primera parte de la campaña citrícola ha sido un absoluto desastre para los productores y se ha agravado con la política comercial de ciertas cadenas de distribución comercial y el acuerdo con Sudáfrica como ha trasladado públicamente LA UNIÓ en los últimos meses.
LA UNIÓ ha realizado una intensa campaña, y la seguirá haciendo, para denunciar todas las actuaciones abusivas o ilógicas que encuentre. Desde estas ventas de la gran distribución con naranjas sudafricanas o de otros países por estas fechas, una cosa legal pero poco ética, hasta la falta de contrato de compraventa o los cambios en las condiciones del mismo utilizando excusas absurdas.