La agroalimentación: Un sector estratégico que debe contar con los agricultores y la conservación de la huerta
TEXTO Y FOTOS E. DE GEA
ORIHUELA 19-11-2016
El I Symposium Internacional del Sector Agroalimentario de la Vega Baja del Segura fue clausurado ayer sábado en Orihuela. Los análisis expuestos por los representantes de las distintas administraciones, local autonómica y nacional, así como de los más de treinta de expertos del sector participantes coincidieron fundamentalmente en un aspecto: La agricultura española, valenciana y en especial la de sur de la provincia de Alicante constituye un sector económico estratégico, tanto por el número de trabajadores como por la riqueza económica que genera. Además se trata se una actividad renovable, no caduca que crea riqueza de manera continua.
El sector agroalimentario valenciano constituye el 18% del PIB de la Comunitat y el 30% de la Vega Baja. De cada cuatro euros exportados 1 proviene del sector agrario, expuso en las jornadas Francisco Rodríguez Mulero, secretario autonómico de Agricultura.
En este sentido el presidente de la Diputación, César Sánchez, dijo que la agricultura junto al turismo son los sectores estratégicos de la provincia. El 27 % de nuestra riqueza proviene del campo. 100.000 familias viven de nuestra agricultura que es historia, presente y futuro, aseguró. “Nuestra provincia es líder en España y en Europa por su agricultura y la huerta de la Vega Baja es la más hermosa que tenemos en Europa”
Según Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, el sector hortofrutícola es el más importante de España después del turismo y el segundo en exportaciones después del de bienes y equipos. “Es el sector estrella de nuestra economía y con más futuro”, subrayó.
Reclamó frente “a las tres o 4 multinacionales” que controlan el sector agroalimentario procesos de integración de toda la cadena agraria para llegar a los mercados “con capacidad de negociación y competitividad”.
Agricultores y sindicatos agrarios destacaron lo importante de la industria de transformación agroalimentaria y al mismo tiempo, de eventos como el desarrollado en Orihuela desde el pasado viernes. Con todo, echaron de menos algunas cuestiones. Entre ellas que apenas se abordó la situación del primer eslabón de la cadena agraria, los agricultores, en cuanto a la inexistencia de precios garantizados de venta de sus productos que eviten vender con pérdidas. Otro aspecto fue la huerta tradicional de la Vega Baja, muy nombrada durante el symposium pero que carece de medidas de conservación efectivas que preserven su uso agrícola frente a las grandes infraestructuras y el urbanismo. Y pusieron como ejemplo “de lo que se debería hacer” la huerta de Valencia y la actuación en ella del Gobierno Valenciano.
Reseñar por otro lado que el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, mostró ayer en el acto de clausura del simposium su satisfacción “por la gran acogida que ha tenido y con el que Orihuela ha aunado a los agentes y recursos del sector agroalimentario de la Comarca bajo un mismo objetivo”, en relación a la apuesta y crecimiento de la industria agroalimentaria de la Vega Baja. Asimismo, Bascuñana agradeció a los colaboradores, participantes y asistentes, así como a las dos universidades, que “el esfuerzo realizado para hacer posible este foro que tanto interés ha despertado y cuyas puertas han permanecido abiertas a toda la ciudadanía”.
Y es que esta primera edición congregó a centenares de personas que asistieron a las diferentes mesas redondas y ponencias, así como a las que se acercaron para conocer las empresas que participaron con la exposición de sus productos en la planta baja de las instalaciones.
Por otra parte, durante la clausura del symposium, el director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela, Ricardo Abadía, y el director del Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales, Joaquín Melgarejo, compartieron las conclusiones recogidas durante las dos intensas jornadas. De ellas destacaron la importancia de apostar por la innovación y la industrialización, así como los retos sociales y económicos a los que el sector agroalimentario debe hacer frente en el futuro, como la falta de agua en la Comarca, o la internacionalización de la industria comarcal, entre otros.