NUESTROS POETAS Y ESCRITORES: “FUERZA Y TALENTO” por El Cojense
NUESTROS POETAS Y ESCRITORES
FUERZA Y TALENTO
El Cojense
Álvar Gómez compró un burro,
y su fama de cazurro
certificó con largueza
usando el discernimiento
escaso de su cabeza.
Ya verán como no miento:
Era el burro quisquilloso
y, lo que es peor, miedoso;
defectos que no sabía
por que el vendedor, ladino,
emborrachado lo había
haciéndole tragar vino.
Pasada la borrachera
del jumento, desespera,
pues al ponerle la jalma
se dio cuenta del engaño,
y allí maldijo su alma
viendo su mal y su daño.
Rumiando su desventura,
a montarlo se aventura,
y el asno, de una cabriola,
mostrando su destemplanza,
al jinete descontrola
y por los aires le lanza.
Álvar quedó sin resuello,
pues casi le rompe el cuello
la tremenda costalada.
El rucio rebuznó fuerte,
semejando a risotada
siniestra como la muerte.
A pesar de lo sufrido,
él no se dio por vencido.
Dispuesto a lograr su doma
le coloca un buen bocado,
y del ramal lo retoma
hacia el inmediato prado,
mas le separa, de frente,
un canal de estrecho puente.
A la vista del canal
el pollino tiene miedo,
y tirando del ramal
se resiste con denuedo.
Álvar, presa del enfado,
le espetó muy cabreado:
-“Te juro que perderás,
y llevarás un revés.
A talento, ganarás,
pero a fuerza, no: ya ves”.
Actuando en consecuencia
ejecutó la sentencia,
y así el conflicto se salda,
pues con brío desusado
se cargó el burro a la espalda
y lo pasó al otro lado.
Aquí se termina el cuento
de la fuerza y el talento,
pero es mala solución
el que la razón se tuerza,
y la fuerza sin razón
gane a la razón en fuerza.