Hace unos meses, se resaltaban en los medios de comunicación en los magníficos datos que el 2015 arrojaba respecto al turismo en España en general y en la provincia de Alicante en particular. Todo eso parece que no ha sido suficiente. Háganse a la idea de ir inmortalizando con nuestras cámaras o teléfonos móviles esos carteles que tantos años llevan dándonos la bienvenida cada vez que entramos por autovía a la provincia de Alicante. Esos famosos “Bienvenidos a la Costa Blanca” tienen los días contados.
Me llama ferozmente la atención cuando el político está en campaña y dice aquello de: “¡Por qué mover lo que funciona! ! No preocuparos, velaremos porque todo siga igual! Tal vez no fueran esas las palabras exactas pero dejan entender con exactitud lo que vengo a criticar. Hablo de la marca turística “Costa Blanca”, la cual lleva varios lustros promocionando con éxito la provincia de Alicante allá por donde va. Desde el pasado viernes 4 de marzo, dicha reseña turística tiene los días contados: el Gobierno valenciano del Sr. Ximo Puig y la Sra. Mónica Oltra han decidido, mediante decreto, quitar a las diputaciones provinciales las competencias en materia de turismo y, casualidades de la vida, también las de deporte, otro pilar que la propia Diputación de Alicante estaba explotando con éxito como fuente de atracción turística y de desarrollo de los municipios. Atrás quedó la puesta en marcha de una consellería única de Turismo y con sede política en Benidorm… ¡Ni una ni la otra!
¿Alguien tiene una respuesta razonable a todo esto que está ocurriendo? Desde la Generalitat se vende el discurso de la creación de una nueva marca conjunta a nivel autonómico que relance el sector hacia nuevos mercados y una competencia cada vez más intensa. Les comento la mía: cargarse todas aquellas administraciones que continúan a día de hoy en manos del PP y que no fueron capaces de eliminarlas el mayo pasado mediante esos “regeneradores” pactos de gobierno. Todo alicantino sabe que el turismo es pilar fundamental de la economía de la provincia pero muchos desconocerán el dato: el 55% del PIB turístico de la Comunitat Valenciana es generado en la provincia de Alicante. Creo que como alicantinos que somos, deberíamos tener voz y voto respecto a estos cambios políticos que se nos quiere implantar. Como dato curioso, y que también me afectan como vecino de la Vega Baja, quisiera destacar unas jornadas que se celebraron hace escasos días en Torrevieja con la presencia de la Directora General de Turismo Raquel Huete y cuyo titular decía: “La Vega Baja busca sinergias y una marca turística propia”. Matizar antes de nada mi agrado total por intentar crear bloques de promoción turística en beneficio de la comarca, pero sí tengo una duda que preguntarme: ¿Damos aliento a la creación de una nueva marca turística comarcal la cual no sabemos todavía cómo funcionaría y a la vez destrozamos una prestigiosa reseña como es la marca “Costa Blanca” que tan buenos resultados estaba acarreando? Tampoco se puede dejar atrás el ejemplo claro de hace escasos 2 meses: la feria de FITUR en Madrid, uno de los mayores escaparates turísticos del mundo donde la provincia de Alicante y su marca “Costa Blanca” cosecharon un éxito rotundo tanto dentro como fuera de los pabellones de IFEMA, un suma y sigue en la dinamización turística alicantina y de todos y cada uno de sus municipios. Creo que mi pueblo, Rojales, al igual que todos los pueblos de la provincia, han visto como su desarrollo y dinamización turística mejoraban año tras año gracias, en parte, a la labor del Patronato Costa Blanca y su marca turística.
Por tanto: qué fácil es criticar y exigir mientras no eres tú la persona afectada: recuerdo las campañas del ahora Gobierno valenciano contra el Gobierno de la Nación y su “centralidad” de cara a las competencias autonómicas cuando somos uno de los países más descentralizados del mundo. Pero parece que esas críticas han quedado en el olvido. Eso que tanto demandaban es lo que están aplicando hoy en día: recentralizar lo que ahora sí les parece necesario.
