El campo de concentración de Albatera”republicano”

TEXTO Y FOTOS JOSÉ SÁEZ CALVO
CATRAL 21-12-2015

CATRAL 21-12-2015
Ya en democracia, entre 1980 y 1990, este cura llegó a San Isidro y se encontró con el tío Nino, padre de quien nos cuenta la historia. -¡Oiga, señor, ¿usted sabe si todavía existe por aquí lo que era un campo de concentración? -La verdad que sí, y no está lejos… El tío Nino, con la amabilidad que le caracterizaba atendió al cura y le acompañó en su coche hasta el descampado del que sólo quedaba y queda todavía un viejo horno de pan -y no puesto de mando como se ha escrito- para los presos. Y después de recordar los momentos que había vivido, se dirigieron hasta la piscina cercana al antiguo campo, donde le mostró a Nino el lugar exacto donde le dijo lo iban a asesinar por el único motivo de llevar sotanas. Extrañado, Nino le objetó: -¿Y cómo después de tanto tiempo y estando el país en calma, no volvió antes? -Pues no me fiaba, tenía temor a volver a revivir momentos tan difíciles en mi vida. Cuando me dejaron libre me marché a Argentina y desde allí le escribí al papa y le conté lo me había sucedido en la guerra y le pedí licencia para seguir allí y tratar de olvidar aquel trance, pero nunca lo olvidé y por eso he vuelto. Regresó a Sudamérica y desde allí le escribió una carta al tío Saturnino Lidón diciéndole que había llegado bien y dándole las gracias por sus atenciones en España y que por el momento seguiría allí. Aquella carta desapareció con el trasiego del tiempo y creemos que el cura, ya entrado en canas, nunca volvió a España y murió en tierras argentinas.
Este testimonio dice que la República fue quien construyó primero el campo y tuvo tantas bondades como el campo que gestionó después el régimen franquista, y que a veces se oculta por desconocimiento u otros motivos que pervierten la realidad histórica. Tales informaciones, muy novedosas e inéditas, pueden contribuír a la recuperación de la memoria y a la difusión de lo que supuso el Campo de Albatera durante el régimen republicano. El Campo se encuentra situado muy cerca de la estación de San Isidro, a escasos metros de las vías del ferrocarril, donde se encuentra el monumento en recuerdo a las personas que allí murieron. El monumento son dos vigas de hierro con cadenas enrolladas, colocadas por la CNT y AIT en el año 1.995, junto al siguiente texto: “EN RECUERDO DE TODOS LOS SERES HUMANOS QUE SUFRIERON Y MURIERON POR UN MUNDO MÁS JUSTO Y MÁS LIBRE. CAMPO DE ALBATERA. MAYO 1939 – 1.995″
Otro testigo de aquel tiempo oscuro de nuestra historia es de la que llamaban “la María la Pelá” que vivía en Albatera y tenía tierra aquí en la bajura de San Isidro, cerca de lo que fue en su día el campo de concentración. Ella le contó a mi padre que un día (yo era un niño y lo escuché) cuando trabajaba la tierra, en alguna ocasión oía disparos cuando el campo era custodiado por los republicanos, y vio pasar un carro que salía del campo con cadáveres, se dio cuenta porque por el varar del carro caía la pierna que se supone era de un muerto y lo llevaban a Albatera a enterrarlos. No había terminado la guerra. Esta es otra historia del campo de concentración de la República, que yo no viví -afirma Saturnino hijo- pero escuché y que a mí me sugiere que tan sanguinario fue el campo cuando estuvo en manos republicanas como con Franco.