LA UNIÓ denuncia que el retraso en el pago de las ayudas por la Generalitat causa graves problemas y situaciones angustiosas
12 de febrero de 2014.-
LA UNIÓ de Llauradors denuncia que el considerable retraso de la Generalitat a la hora de abonar las ayudas agrarias pendientes causa graves problemas a numerosas familias valencianas de agricultores y ganaderos y convierte cada caso en un auténtico drama.
Resulta especialmente grave si la cuestión afecta a jóvenes que han decidido incorporarse a la actividad agraria debido al grado de envejecimiento de la población agraria valenciana, donde el 70% de titulares de explotaciones agrícolas tiene más de 55 años y los mayores de 65 son ya el 43% según el último censo agrario disponible que data de 2009. La crisis en otros sectores ha llevado ahora a muchos jóvenes a volver a la agricultura como forma de vida; bien recuperando, manteniendo y heredando la explotación familiar, bien tomando la iniciativa personal de trabajar y emprender en este sector.
Es el caso por ejemplo de una pareja asociada a LA UNIÓ, con dos hijos, que vivían en Castellón y Amposta, respectivamente, y que decidieron emprender juntos una nueva etapa en Salzadella con una explotación ganadera de ovino. Pidieron ayuda a Conselleria de Agricultura para una primera instalación que fue aprobada en 2011. Suscribieron un préstamo y les concedieron dos años de carencia para empezar a devolverlo. Ahora ya se les ha acabado el plazo y es cuando deben hacer frente a los pagos para retornar un préstamo, teóricamente bonificado por la Conselleria, y liquidar unas cuotas e intereses sin recibir aún su dinero de la Generalitat.
La situación es tan angustiosa que sufren varios meses de impago a la Seguridad Social, les ha llegado una carta diciéndoles que les embargan el coche e intentan aplazar o fraccionar su deuda. Por ello han escrito una carta a Conselleria a mano -que adjuntamos- donde narran en primera persona su drama personal y piden un adelanto urgente de la subvención. “Llevamos una vida muy dura, con mucho trabajo, sin caprichos y sin vacaciones, pero sólo me lamento de haber invertido mi dinero en el préstamo de un banco que ya me quieren cobrar sin percibir mi ayuda y para pagarlo he de quitarlo de necesidades básicas como la ropa de los niños o reducir la compra de comida al mínimo. Todo nos va mal y rozamos ya no poder cubrir las necesidades básicas de los niños o de los animales de la explotación. Si no pagamos el alquiler del piso nos echan en abril. Necesitamos un adelanto de la subvención”, son algunos extractos de la dura carta.
El caso de Sonia y Daniel lamentablemente no es el primero ni será el último. Como ellos hay muchos más que sufren en sus carnes los retrasos de los pagos de la Generalitat y que se lamentan en más de una ocasión por haberse metido a agricultor o ganadero.