Se prohíbe a los apicultores valencianos producir miel en su tierra mientras se van a plantar 200.000 plantas de una variedad híbrida que provoca semillas
17 de marzo de 2015.-
El sector apícola de LA UNIÓ señala que la Conselleria de Agricultura vuelve, un año más, a obligar a la inmensa mayoría de los apicultores valencianos a salir de las zonas citrícolas para producir miel mientras sigue sin ordenarse el mapa varietal citrícola y se continúa permitiendo la plantación de variedades híbridas que provocan semillas. Hoy se ha publicado en el DOCV el Acuerdo del Consell de la Generalitat del pasado viernes por el que se aprueban de nuevo una serie de medidas para limitar la polinización cruzada entre plantaciones de cítricos.
LA UNIÓ afirma que el sector citrícola y apícola han llegado a una situación de autorregulación de los asientos apícolas en las zonas productoras de cítricos y prueba de ello es el bajo número, prácticamente testimonial, de denuncias que se tramitan por incumplimiento del acuerdo. Por ello aboga por la eliminación de una normativa que únicamente puede provocar enfrentamientos y gastos superfluos.
LA UNIÓ indica que desde la década de los 80 ningún Gobierno de la Generalitat ha emprendido medidas reguladoras de las plantaciones citrícolas y se ha continuado con la plantación de variedades híbridas. Todo ello se incrementa ahora con la posible plantación de 200.000 árboles de la variedad Nadorcott que mayoritariamente se plantarán en la Comunitat Valenciana, una variedad muy polinizadora que en unos años puede cambiar radicalmente las zonas permitidas para los asentamientos y que rompe con la tendencia de una reconversión varietal que potencie las variedades citrícolas que no provocan polinización cruzada. Esta situación contrasta con el hecho que el IVIA y otras entidades gestoras pongan a disposición de los viveros variedades de cítricos que no provocan polinización cruzada o que la normativa de la Conselleria de Agricultura sobre reconversión citrícola no permita que se planten variedades híbridas, lo que da a entender que “la Conselleria de Agricultura legisla sobre este tema sin rigor y a salto de mata”.
La normativa de la pinyolà únicamente dejará asentar, en el mejor de los casos, el 25 por ciento del total de las colmenas censadas en toda la Comunitat Valenciana, aproximadamente unas 99.000 sobre un total de 400.000. Aunque se incrementa el número de municipios con posibilidad de asentamientos, éstos siguen siendo totalmente insuficientes para cubrir las necesidades de los apicultores. LA UNIÓ también cuestiona que la normativa permita en las zonas donde se podrán asentar colmenas la utilización de tratamientos a base de ácido giberélico o de sulfato de cobre durante el periodo de floración, como método alternativo para reducir significativamente la presencia de semillas en los frutos. No hay que olvidar que la normativa comunitaria desaconseja los tratamientos fitosanitarios en época de floración.
Según LA UNIÓ, hay que buscar soluciones que sirvan de consenso al sector apícola y sector citrícola. Este año, más si cabe, se precisa que los apicultores puedan asentar sus colmenas en las zonas citrícolas debido a la elevada mortandad y baja producción de la pasada campaña a consecuencia de las condiciones climatológicas adversas como la sequía ya que con la producción de miel de azahar se recuperarían los colmenares valencianos. La nueva normativa no busca así un equilibrio en las relaciones entre apicultores y citricultores. LA UNIÓ afirma que la Conselleria de Agricultura pone continuamente numerosas trabas e impedimentos a los apicultores valencianos para desarrollar de forma normal su actividad, sin darse cuenta de que se trata de un sector que, aparte de producir riqueza para el conjunto de la economía de la Comunitat Valenciana, es clave para el mantenimiento del medio ambiente y la biodiversidad y el tejido social en el medio rural.