Doce campanadas para un año más justo, digno y ecologista. Por Ecologistas en Acción
ENERO 2015
Ecologistas en Acción formula un deseo para el año que está a punto de empezar: que la ciudadanía, consciente y autoorganizada, empuje a las distintas administraciones a dar prioridad a la defensa del bien común, y en particular que las políticas sociales y ambientales desarrolladas nos permitan vivir de modo más justo, saludable y digno, en armonía con el resto de seres vivos del planeta.
Existen al menos 12 maneras de lograrlo desde distintos ámbitos. Así nos gustaría que fuera el balance de 2015:
Las cooperativas, movimientos sociales y consumidores que forman parte de la economía social se consolidan y abarcan ya tantos sectores que hacen posible que la gran mayoría de nuestras necesidades se puedan satisfacer a través de sus servicios.
El movimiento ecologista, que ha trabajado para que decenas de sentencias declaren ilegal el Algarrobico, consigue que todas y todos veamos por streaming su demolición. Este símbolo de la impunidad urbanística en el litoral es por fin derribado, marcando el inicio de otra forma de hacer turismo sin esquilmar el territorio. Ese derribo viene seguido de otro, el de la ilegal urbanización de lujo de Valdecañas. Se aprueba la justicia gratuita para las organizaciones ecologistas.
Miles de boicots en todo el país impiden que se mantengan los proyectos de prospecciones petrolíferas frente a nuestras costas. Las plataformas por otro modelo energético de decenas de territorios multiplican las voces a favor del desarrollo de las energías renovables. Las cooperativas de suministro energético a través de fuentes renovables cuentan con millones de socios y socias. Se retira la reforma del sector eléctrico.
Los nuevos gobiernos municipales y autonómicos resultantes de las próximas elecciones ponen la vida en el centro de sus políticas. Comienzan con la auditoría ciudadana de la deuda y continúan con políticas de movilidad, contratación pública, gestión de residuos, ahorro energético, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, depuración de aguas residuales, promoción de producción y consumo local, con criterios ecológicos y sociales. Las ciudades comienzan a pensarse para las personas y no para los pelotazos urbanísticos o para las contratas bajo cuerda.
Los planes de desarrollo rural apuestan por un medio rural vivo. La producción ecológica, el apoyo a la ganadería extensiva, la gestión sostenible de los montes, la agricultura en la Red Natura 2000, el mantenimiento de los servicios públicos en los pueblos, tienen un lugar central en estos planes de desarrollo rural de las Comunidades Autónomas y quedan de lado las medidas que fomentan la intensificación agraria y la desestructuración del medio rural.
Los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero alcanzados en la Cumbre del Clima de París son vinculantes y ambiciosos para todos los países, en especial para los del Norte global, responsables de la mayor parte de las emisiones históricamente. En España, se retiran todos los proyectos de fracking y dejan de importarse las súpercontaminantes arenas bituminosas a Europa. Se declara ilegal la Ley de Costas por no tener en cuenta las graves consecuencias que el cambio climático tendrá en el futuro cercano en nuestro litoral.
Comienza el curso escolar sin LOMCE. El currículo oficial de todas las enseñanzas incluye contenidos referentes a los límites de los recursos, el papel de los ecosistemas para el mantenimiento de la vida o la economía ecológica.
Se abandonan los proyectos de grandes obras de transporte sin rentabilidad social. Se dejan de lado los intentos de privatización de la gestión aeroportuaria o el ferrocarril, que pasan a gestionarse con criterios sociales. Con el dinero ahorrado, se recuperan gran cantidad de proyectos sociales y ambientales que sufrieron drásticos recortes. Los juicios que investigan la concesión de obra pública a cambio de comisiones ilícitas avanzan y los corruptos van entrado en prisión.
Se retira la conocida como Ley Mordaza. El derecho ciudadano a discrepar y manifestarlo públicamente se garantiza en todos los ámbitos.
La caza del lobo pasa a la historia. La especie pasa a gestionarse con criterios científicos y de conservación a través de estudios reales sobre sus poblaciones. El sector ganadero y el conservacionista se sientan con ganas de llegar a consensos y construyen medidas conjuntas para compatibilizar la existencia del lobo con la actividad ganadera. La caza se prohíbe sin excepciones en los Parques Nacionales. Se garantizan las condiciones óptimas para la recuperación de especies, como el lince.
Se establecen sistemas eficaces para la reducir drásticamente la generación de residuos: recogida selectiva de la materia orgánica, sistemas de retorno de envases, recogida puerta a puerta. La Comisión Europea aprueba el paquete de Economía Circular, que favorece estas dinámicas.
Se cancelan las negociaciones para el Tratado Transatlántico de Libre Comercio (TTIP) y otros acuerdos comerciales bilaterales que recortan derechos sociales y laborales y rebajan peligrosamente la protección ambiental.
ciudadanía, consciente y autoorganizada, empuje a las distintas administraciones a dar prioridad a la defensa del bien común, y en particular que las políticas sociales y ambientales desarrolladas nos permitan vivir de modo más justo, saludable y digno, en armonía con el resto de seres vivos del planeta.
