¡Qué triste y qué doloroso!

morir, y morir matando,

si es la desesperanza

quien va ganando…….ganando,

y transforma nuestros sueños

en lluvia de desencantos.

Si la simiente del odio

germina, y nos va ocupando,

el sitio que en otro tiempo

fue del Amor sacrosanto,

y las buenas intenciones

de los corazones castos,

los deteriora y convierte

en sentimientos bastardos.

Si la alegría del rostro,

que otrora fue nuestro marco,

que hacía nuestro camino

mucho más florido y plano;

la pintamos rencorosa

de un mostrenco tono blanco

porque el rojo de la sangre

se ha trocado negro, amargo.

Ya que la vida es tan corta