TEXTO L.C.I.

MIÉRCOLES 20-11-2019

La Comisión de Política Social de Les Corts Valencianes ha aprobado esta tarde con el apoyo de todos los grupos excepto VOX una propuesta de Unides Podem para que se reconozca la sordoceguera como discapacidad única para la tramitación de la declaración y calificación del grado dediscapacidad, así como que se elabore un censo propio que recoja la heterogeneidad de la comunidad de personas sordociegas y facilite su inclusión como discapacidad única en las estadísticas.
La diputada de esta formación y autora de la iniciativa, Pilar Lima, reclamaba igualmente una valoración especializada en el ámbito de la Comunitat Valenciana para la obtención de los recursos que proporciona el derecho a la autonomía personal para las personas en situación de dependencia y que se reconozca la sordoceguera como discapacidad única a nivel autonómico atendiendo a la Declaración del Parlamento Europeo sobre los derechos de este colectivo.
Al debate en Les Corts han asistido representantes de la Asociación de Personas Sordociegas de la Comunitat Valenciana (ASOCIDE CV), encabezados por su presidente Francisco Javier Trigueros Molina y miembros de la junta directiva.
En su intervención, Lima ha explicado que España no cuenta con un censo que recoja el número de personas sordociegas en nuestro país y tampoco se ha creado en la Comunitat Valenciana, “carencia que provoca que estas personas no tengan garantizado el derecho fundamental a la movilidad, al acceso a la información y a la autonomía personal a través de mecanismos adaptados a sus necesidades y características propias que difieren de las de una persona con sordera o de una persona con ceguera”.
La diputada ha especificado que la suma de ambas discapacidades no es una ‘sordo-ceguera’ sino “una discapacidad que resulta de la combinación de dos deficiencias sensoriales –visual y auditiva– graves, que genera en las personas que la padecen problemas de comunicación únicos y necesidades especiales derivadas de la dificultad para percibir de manera global, conocer, y por tanto integrarse y desenvolverse en su entorno”.
Además, la inexistencia de un censo implica que “no sabemos a nivel legislativo quién es y quién no es una persona sordociega”. La sordoceguera ‘no existe’ como discapacidad en sí misma”, ha reprochado.
Lima ha insistido en que la falta de reconocimiento de la sordoceguera como diversidad funcional específica imposibilita una valoración real de la situación sociosanitaria de estas personas, impidiendo que se elabore una estimación de la incidencia a nivel geográfico que permita acciones concretas y efectivas.
Entre ellas, la diputada ha destacado las campañas de detección precoz, puesta en marcha de servicios específicos y centros preferentes integrados por profesionales formados en su atención; el uso, divulgación y formación en los sistemas de comunicación propios del colectivo y la revisión de las baremaciones y catalogación para la atención y promoción de la autonomía personal y el nivel de dependencia.