La Unió de Llauradors valora las lluvias en general como positivas, aunque podrían ocasionar daños importantes en algunas zonas según la evolución de la climatología
Existen 4.500 hectáreas embalsadas, la mayoría con cítricos, que podrían tener problemas de asfixia radicular
TEXTO L.C.I.
MIÉRCOLES 21-11-2018
20 de noviembre de 2018.- Nunca llueve a gusto de todas las personas. Las lluvias de los últimos días son bastante positivas en general para el conjunto de nuestro territorio, pero podrían provocar daños en el campo en mayor o menor medida dependiendo de la climatología de los próximos días en las zonas donde se han concentrado las precipitaciones (La Safor, Ribera Alta y Ribera Baixa, l’Horta y el norte de la Marina Alta); según informa LA UNIÓ de Llauradors.
Una estimación de daños en estos momentos resulta a juicio de LA UNIÓ totalmente aventurada e imposible de realizar porque no hay datos objetivos, ahora sería una mera suposición. Es un auténtico atrevimiento dar cifras con muchos campos todavía inundados y sin poder acceder a los mismos.
Las lluvias en conjunto servirán para ahorrar riegos, recargar los acuíferos, llenar las cabeceras de los ríos, limpiar los árboles para evitar posibles plagas, aumentar el calibre de la fruta y regenerar los pastos.
Sin embargo, la mayor afección se concentra así en las zonas más bajas de aquellos términos municipales donde se acumula más agua en los campos. Las primeras estimaciones de LA UNIÓ se concretan en 4.500 hectáreas con agua embalsada (casi 3.000 en la Safor y el resto en Ribera Alta y Baixa y Marina Alta), la mayoría de cítricos y una pequeña proporción de hortalizas, donde si permanece más días podría originar problemas de muerte del arbolado por asfixia radicular. En algunos campos, sobre todo situados en los marjals de Tavernes y Gandia, se puede dar por pérdida la cosecha de este año.
El cultivo más afectado por extensión y con mayor riesgo es el de los cítricos. Los daños podrían producirse por aparición de hongos -exceso de humedad y aumento de calor- y asfixia radicular (dependerá del clima de los próximos días). La primera parte de la campaña citrícola ya se daba por perdida con independencia de las lluvias, en gran parte por el acuerdo comercial entre la UE y Sudáfrica.
Las mandarinas y naranjas de esta segunda parte de campaña todavía están bastante bien de piel y no van a tener ningún tipo de problema, por ello LA UNIÓ considera que estar más de cinco días sin recolectar ha provocado un vaciado de cámaras y por lo tanto en los próximos días se espera que se agilice la recogida y suban los precios ante la mayor demanda. En este sentido, LA UNIÓ vigilará para que no se produzcan prácticas abusivas y bajen los precios.
Por lo que se refiere a las hortalizas las zonas más afectadas serían la Ribera Baixa, l’Horta, Camp de Túria y el Baix Maestrat. El principal peligro es la aparición en los próximos días de hongos con el consecuente aumento de los costes. Las condiciones de los próximos días suelen ser favorables a esta problemática (aumento de calor -poniente- y exceso de humedad). Los principales cultivos serían las hortalizas de invierno, en especial todos los tipos de coles, alcachofa, cebollas, lechugas, acelgas y espinacas.
En cuanto al cultivo de la chufa, el único inconveniente de este episodio de lluvias será el retraso como mínimo de entre 20 y 25 días en la campaña de recolección.
En el caqui hay que señalar que hay mucha fruta recolectada en la Ribera, Vall d’Albaida y la Costera. La cosecha restante ha sido tratada de forma mayoritaria para que aguante en el árbol y no debería tener problemas. Sólo la fruta ecológica podría tener problemas si no se recolecta pronto.
Para los cultivos de interior las lluvias son muy beneficiosas y compensarán en parte los efectos negativos de la sequía que se arrastra desde hace varias campañas. La viña y el almendro acumulan reservas de agua; también el olivar, aunque las lluvias comportarán un ligero retraso en la campaña de recolección, sobre todo en zonas más tempranas. El único problema puede originarse por el arrastre de aquellas aceitunas que cayeron a tierra la semana pasada y no se han podido recoger.
Para los cereales son también muy bienvenidas estas lluvias y sólo retrasará la siembra que empezaba estos días hasta que la maquinaria pueda entrar a los campos.
Por otra parte, hay que destacar los importantes daños en infraestructuras agrícolas en las zonas con mayores precipitaciones, sobre todo de caminos rurales, que siempre suelen ser los grandes olvidados a la hora de ser arreglados y si se mantienen sin poder ser transitados en las próximas semanas tendrán una influencia muy negativa en la normalización de la recolección.
LA UNIÓ solicitará una serie de medidas para las personas afectadas, entre ellas exenciones fiscales y de la Seguridad Social, así como que se financien los tratamientos fungicidas de aquellas parcelas donde haya o pueda haber problemas como consecuencia del aumento de costes o incluso financiar el arranque de árboles en el caso de asfixia radicular. También reclamará el urgente arreglo de caminos.