Recientemente tuvimos la oportunidad de ver en el Palacio de Congresos de nuestra ciudad, una exposición organizada por la UGT “Un món sense cadenes” UGT en la segunda república, definitivamente eran otros tiempos y la UGT actual nada tiene que ver con aquella, como bien se apresuran a explicar los distintos paneles informativos, donde olvidando su procedencia, se adhieren prontamente al modelo socialdemócrata y a ser un sindicato de servicios, a gestionar laboralmente a las órdenes del capital y no a destruirlo, a domesticar a los obreros bajo las reglas del mercado y no a luchar contra la explotación y el beneficio.
Pero la memoria es tozuda aunque algunos –muchos- quieran renegar de ella. Entre aquellos paneles, recogemos una fotografía de un acta de incautación de una fábrica de calzado en Elche, en la calle Lope de vega, nº 80. Firmada por el comité de los trabajadores con representación de UGT y CNT, y en base a la propia legislación que promovió la II Republica con un Decreto firmado en 1.937, que no hacia otra cosa que “legalizar” lo que de facto los sindicatos obreros colectivizaron y socializaron en todo el país.
Nosotros, sabemos que es posible, que la revolución será obra de los trabajadores o no será, que aún hoy mantenemos que las empresas y la producción deben estar en manos de los trabajadores y que el capitalismo nos lleva al fin y al cabo a una sociedad donde el único valor es la mercancía y el único comportamiento social es la obediencia y el consumo.
Porque nuestros propios estatutos lo dicen y eso no lo cambia el tiempo ni el dinero
Artículo 4. Fines del sindicato
b) Difundir y fomentar entre la clase trabajadora la cultura y acción libertarias, con el objetivo por un lado, de elevar su condición moral y material en la sociedad presente y por otro, asumir los medios de producción y consumo de forma autogestionada, implantando el Comunismo Libertario.
Por eso algunos “sindicatos” están pagados por el Estado y para otros, la respuesta no es más que la represión. Porque sabemos dónde estamos y ellos también. Si los miembros de aquella UGT vieran en lo que se ha convertido aquella organización por la que lucharon… pero la memoria es la que nos tiene que guiar en tiempos difíciles, convertir en posible de nuevo lo que fue posible aquella vez.