FOTO Cabra montés en la sierra de Elche (Óscar Aldeguer Peral)

TEXTO L.C.I.

ELCHE 18-09-2018

El pasado 11 de septiembre fue observada una cabra montés (Capra pyrenaica) en las sierras del entorno del pantano de Elchese trataba de una hembra que se encontraba en una de los elevaciones que coronan esta zona del término municipal. Aunque habitualmente está asociada a las zonas agrestes de los principales sistemas montañosos de la Península, llegando a estar presente en cotas de hasta 3.000 m., en ocasiones desciende a zonas de mucho menor altitud, habiendo sido observada en enclaves cercanos al litoral de Castellón.

La cabra montés Capra pyrenaica es una especie de ungulado endémica de nuestro país. Durante el siglo XIX se extinguió en Francia y Portugal a causa de la caza, aunque en los últimos años ha vuelto a colonizar éste último. En España, a principios del siglo XX, parecía que iba a seguir el mismo camino que en los países vecinos ya que las poblaciones estaban completamente diezmadas. Uno de los núcleos más destacados era el de la sierra de Gredos, donde la protección de la especie sirvió de argumento para la creación de un Coto Real.

El mismo ejemplar en otro punto de la sierra de Elche (Pau Soler Flor)

En la Comunidad Valenciana mantiene buenas poblaciones en los interiores de las provincias de Castellón y Valencia, donde está en expansión. En la provincia de Alicante, donde se estima que hace más de 100 años que desapareció,  se observaron los primeros ejemplares en Villena en 2005, posteriormente se han comunicado avistamientos en Alcoi y en otros puntos de las montañas del norte de la provincia, según el Banco de Datos de la Biodiversidad, aunque al parecer se ha registrado la presencia de ejemplares en puntos más al sur, como Sella, Jijona o Relleu, entre otros.

La carencia de depredadores facilita el aumento de las poblaciones, en ocasiones sobrepasando la carga de ejemplares que puede soportar un territorio, con el impacto sobre la vegetación que puede suponer, sobre todo en ecosistemas montañosos marcadamente sensibles. En ese sentido, recordamos el impacto para la vegetación que supone la presencia de cabras domésticas asilvestradas, en el entorno del pantano de Elche.

En definitiva, una curiosa noticia de un visitante de las montañas del interior a las pequeñas sierras litorales ilicitanas.