En distintas respuestas los ayuntamientos señalan no poder actuar para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica por tratarse de bienes de la Iglesia, lo que dificulta la erradicación de la simbología fascista
TEXTO L.C.I.
Madrid, 19-09-2018
Compromís en el Senado ha reclamado hoy a la Iglesia que ponga su grano de arena para cumplir con los objetivos de la Ley de Memoria Histórica y dé las órdenes pertinentes para garantizar que sus inmuebles no lucen lemas alusivos al franquismo, ni a las víctimas del bando sublevado. “Les pedimos que contribuyan al cumplimiento de la legalidad, ya que son muchos los ayuntamientos que han comunicado de forma oficial a la coalición que no pueden retirarlos de sus calles por estar en una propiedad de la Iglesia”, ha indicado Carles Mulet, artífice de la campaña iniciada en el Senado que busca acabar con toda esta simbología de las calles del Estado.
“La Iglesia, como titular de estos inmuebles debe conciliar fe y razón, orientar sus fachadas al amor y a la concordia y no al nacionalcatolicismo del pasado, que debió de acabar en 1975”, ha agregado. En este sentido el senador territorial valenciano le ha pedido un pequeño gesto en municipios como Siétamo, Alcalá de Ebro, Plasencia de Jalón, Llucena del Cid, el Toro, Cinctorres, Calatorao, Villahermosa del Río o Adahuesca, por citar algunos, aunque existen muchos más por toda la geografía.
Satisfacción por la campaña
La campaña de envío de cartas a los ayuntamientos iniciada por Compromís en 2017 y que puede consultarse en este enlace https://bit.ly/2QC2gwM ha sido todo un éxito y ha dejado en entredicho el interés de las instituciones del Estado y especialmente las locales en el respeto y cumplimiento de la legislación vigente. La apuesta de la coalición por erradicar estos residuos de la dictadura, impensables en cualquier otro país democrático de nuestro entorno, ha conseguido ya cambiar más de mil calles de todo el Estado.
“Todo este trabajo deberían realizarlo otras instituciones oficiales, pero estamos muy satisfechos de haber contribuido a una actualización de nombres que, en algunos municipios, ha sido ejemplar y que, lamentablemente, ha hecho que supuren todavía conductas intolerantes con alcaldes defendiendo a dictadores y genocidas”, ha señalado.