El río Segura ya ha vertido al mar entre 80 y 100 hectómetros cúbicos (hm3) desde que se produjo el temporal a mediados del mes de diciembre pasado. La riada ocasionada por las fuertes lluvias continúa casi dos semanas después, según fuentes consultadas. Las infraestructuras y embalses de la cuenca del Segura únicamente han podido recoger hasta el momento unos 55hm3 que serán destinados al consumo humano y al riego. Se estima que las filtraciones y drenajes próximos aumentarán este número.
La cantidad de agua que ha llegado o está llegando en estos momentos a la desembocadura del Segura en Guardamar, serviría en caso de haber sido almacenada para atender las demandas de riego de la huerta tradicional de la Vega Baja (22.000 hectáreas ) durante un año.
A fecha de de hoy el caudal circulante por el Segura sigue siendo considerable. En el caso del casco urbano de Rojales alcanza una altura de un metro sobre el caudal de agua bajas.
Esta situación de llegada de agua al mar se produce en una cuenca, la del Segura, que almacena en sus embalses 305 hm 3, “insuficientes” para atender las demandas del actual año hidrológico Su capacidad total de retención de agua en los distintos embalses situados sobre todo en su cuenca alta es de 1.141 hm3.
Este episodio negativo por la falta de infraestructuras que puedan almacenar agua en la cuenca, deficitaria y siempre en riesgo de sequía, sí producirá importantes beneficios a las flotas pesqueras del sur de la provincia y norte de Murcia. Las toneladas de limos aportados por la riada al mar regenerarán y aumentarán en los próximos meses tanto la calidad como cantidad de las capturas.
Otro aspecto destacable y positivo relacionado con el temporal reciente, es la mejora que las lluvias tendrán sobre las tierras de cultivo. Si las inundaciones provocadas por el desbordamiento del Segura o bien por sus azarbes está ocasionando millonarias pérdidas para el campo, en los próximos meses el efecto será el contrario. Las abundantes lluvias recibidas en el Bajo Segura, 185 litros por metro cuadrado (m2) en Almoradí, 120 en Guardamar del Segura o 130 en Rojales han ocasionado una limpieza generalizada en los terrenos de huerta, librándolos de sales y contaminantes acumulados desde hace años debido al uso de aguas de escasa calidad. Gracias a ello las próximas plantaciones mejoran en calidad como en cantidad al igual que en el sector pesquero.
