“La hora de una transición agrícola y alimentaria ha llegado, ¡despertemos!”

SÁBADO 06-08-2016

SITUACIÓN ACTUAL

La rica historia agraria y la diversidad de sistemas y modelos alimentarios han permitido que múltiples civilizaciones surjan y florezcan en torno a todo el Mediterráneo. Los oasis, las huertas, el pastoreo, las técnicas de acceso y gestión del agua, la domesticación y la explotación de la diversidad biológica original, animal y vegetal, han permitido a los pueblos mediterráneos desarrollarse en entornos naturales muy diversos y en ocasiones en condiciones climáticas poco propicias para la agricultura y el asentamiento humano.

Todavía hoy en día la diversidad gastronómica y la dieta mediterránea gozan de gran reconocimiento entre los nutricionistas, al tiempo que los agrónomos reencuentran entre sus oasis milenarios, los principios de una agroecología post-moderna.

Sin embargo, este patrimonio, los productos y las prácticas agrícolas y alimentarias mediterráneas, está lejos de ser suficientemente reconocido y puesto en valor. La fuerza de los productos agrícola-alimentarios globalizados y estandarizados respaldados por la agroindustria y las grandes cadenas de distribución han ganado terreno y es una evidencia que en la alimentación de las familias o pueblos mediterráneos la parte “globalizada” supera hoy en día a la “territorializada”. Este avance de lo globalizado es de hecho una derrota de las economías locales y nacionales: el sistema alimentario actual, basado en el modelo agroindustrial de grandes cadenas de distribución ya no crea, o al menos no suficientemente, empleos e ingresos locales o nacionales, debilita el desarrollo en vez de promoverlo, empobrece y endeuda a los países mediterráneos en vez de enriquecerlos.

En las regiones mediterráneas el modelo agroindustrial de producción (monocultivos, producción agrícola sobremecanizada, dependiente del petróleo y altamente contaminante, alimentos que recorren muchos kilómetros hasta su lugar de venta y consumo… ) que se ha impuesto y que ocupa una gran parte de su espacio agrícola y sus mejores tierras, no ha tenido la precaución de adaptarse a las condiciones específicas de los entornos naturales ni a los hábitos alimentarios de los pueblos mediterráneos. El dominio de este modelo agroindustrial en el espacio mediterráneo se traduce en la asfixia de los agricultores tradicionales y tiene también efectos negativos en términos sociales (desaparición de puestos de trabajo en las economías locales), medioambientales (contaminación, pérdida de suelo fértil, pérdida de biodiversidad) y culturales (pérdida de la diversidad de alimentos y dietas).

La alimentación, y todo el sistema agrícola y alimentario, debe volver a ser un motor central del desarrollo sostenible, respetuoso e inclusivo de nuestros países. Tenemos la necesidad urgente de llevar a cabo en nuestros países una verdadera “transición alimentaria”. La puesta en valor y la recuperación de los sistemas agrícolas y alimentarios tradicionales basados en el equilibrio, nos pueden servir para dar respuesta a las preguntas contemporáneas de empleabilidad, distribución de la riqueza, medioambiente, cambio climático y preservación del patrimonio cultural. El manejo agroecológico de los sistemas de producción nos permitirá obtener alimentos de calidad, recuperando saberes locales tradicionales, poniendo en valor la diversidad agrícola y cultural de cada región, protegiendo y potenciando la fertilidad de nuestros suelos, la biodiversidad y asegurando un verdadero desarrollo sostenible para las generaciones futuras.

Para llevarla a cabo, creemos que se deben librar dos batallas articuladas: la batalla de la “reterritorialización” del consumo, sinónimo de reducción de canales de distribución y de la economía circular, y la batalla contra los efectos negativos tanto sociales, medioambientales como culturales de la producción agroindustrial y las grandes cadenas de distribución. Esta segunda batalla es sinónimo de cambio de modelo agrícola, en este caso de “revolución agro-ecológica” y de necesidad de acceso a semillas, tierra, recursos naturales, mercados, créditos, tecnologías y servicios agrícolas para la agricultura familiar y campesina. Este escenario no nos traslada al pasado, nos proyecta hacia el futuro y hacia modelos agrícolas y sistemas alimentarios territorializados, productivos y de alto valor social, medioambiental y cultural.

PROPUESTA

La Fundación Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo (FACM) invita a sus miembros a trabajar en este sentido y a difundir sus compromisos en los foros nacionales e internacionales. Desea expresar sus posiciones, reivindicaciones y propuestas en materia de transición alimentaria, en especial con ocasión de la 22ª Conferencia de las Partes (COP22) de la Convención sobre el Cambio Climático, que se celebrará en noviembre de 2016 en Marrakech y, previamente, en la MEDCOP de Tánger, donde se reunirán en julio las regiones mediterráneas para preparar la COP22. Tras el acuerdo de París firmado en diciembre de 2015 durante la COP21, la COP22 desea ser y erigirse como “la Conferencia de las soluciones”.

Deseamos reafirmarnos en el campo de la búsqueda de soluciones, junto con aquellos que obran por la transición alimentaria en los países mediterráneos. De hecho, en todos nuestros países existen pioneros que han puesto en funcionamiento y se encargan de iniciativas de alimentación responsable y duradera (IARD), ya en marcha en los caminos de la transición.

Proponemos:

  • Detectar, analizar y valorizar iniciativas IARD y, para ello, colaborar con campesinos, representantes de la sociedad civil y académicos comprometidos en el mismo combate por la transición alimentaria.

  • Presentar una gran muestra mediterránea de varios centenares de iniciativas IARD, susceptible al mismo tiempo de mostrar la creatividad y la diversidad de “soluciones” locales, y de ayudar a la identificación de “caminos de la transición” hacia nuevos sistemas agrícolas y alimentarios.

  • Construir un alegato de “Defensa del cambio de modelo agroalimentario” con una perspectiva macrorregional que se apoye en estas soluciones locales.

  • Poner en marcha colaboraciones que permitan extender la base de iniciativas y soluciones para las próximas citas de la COP y de otros foros internacionales.

PRIMEROS FIRMANTES

  • Asociación Aumeri (Residentes Marroquís en España) (Marruecos)

  • Asociación de Educación en Comunicación e Información (Marruecos)

  • Asociación de Regiones Francesas (ARF) (Francia)

  • Asociación Juventud de Segangan para la creación y el desarrollo sostenible (Marruecos)

  • Asociación Peripli – Cultura y Sociedad Euromediterráneas (Italia)

  • Centro de Estudios Comparados e Internacionales (CCIS Tirana) (Albania)

  • Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) (España)

  • Círculo ACM de Estambul (Turquía)

  • Círculo ACM de Nador (Marruecos)

  • Círculo ACM de Nápoles (Italia)

  • Círculo ACM de Niza (Francia)

  • Círculo ACM de Orán (Argelia)

  • Círculo ACM de Podgorica (Montenegro)

  • Círculo ACM de Rabat (Marruecos)

  • Círculo ACM de Roma (Italia)

  • Círculo ACM de Tirana (Albania)

  • Círculo ACM de Túnez (Túnez)

  • Círculo ACM de Valencia (España)

  • Club Creativo Café Europa (Montenegro)

  • Club Todos por la Protección del Medio Ambiente (Marruecos)

  • Confederación Internacional de Agricultura y Alimentación (Turquía)

  • Departamento de Política Agraria y Desarrollo Rural de la Universidad Agraria de Tirana (Albania)

  • Eating City (Italia)

  • Fundación ACM (Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo) (España)

  • Fundación para la Juventud y el Desarrollo de Egipto (Egipto)

  • Instituto de Prospectiva Económica del Mundo Mediterráneo (IPEMED) (Francia)

  • Investigación y Evaluación de Soluciones Innovadoras y Sociales (RESOLIS) (Francia)

  • Laboratorio del Espacio Rural de la Universidad de Tesalia (Grecia)

  • Mensa Cívica (España)

  • Mujeres Argelinas por la Reivindicación de sus Derechos (FARD) (Argelia)

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