EL DIRECTOR GENERAL DE URBANISMO ACATA LAS DECISIONES JUDICIALES Y RESUELVE LA ANULACIÓN DEL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA DE SAN MIGUEL DE SALINAS

REDACCIÓN

SAN MIGUEL DE SALINAS 02-06-2016

En el Pleno Municipal del pasado jueves 26 de mayo, se dio cuenta de la resolución del Director General de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje de fecha 11 de marzo de 2016 mediante la cual se resuelve la anulación del Plan de Urbanismo (PGOU) de la localidad y de todos los instrumentos dictados en su desarrollo. Así mismo, en la mencionada resolución se establece la “reviviscencia del planeamiento vigente con anterioridad al anulado” según informa la Asociación de Vecinas de San Miguel de Salinas

             Con esta resolución se pone punto y final a un plan de urbanismo  insostenible, que proponía más de 40 mil viviendas y de 100 mil nuevos habitantes para una población actual de 7 mil escasos habitantes, que se fraguó al calor de la burbuja inmobiliaria de principios de la década pasada explican los vecinos. Esta resolución anula  otra de la Directora General de Urbanismo de fecha 24 de octubre de 2008 que declaró, definitivamente, aprobado el Plan General de Ordenación Urbana tras el acuerdo de la Comisión Territorial de Urbanismo de Alicante de 11 de mayo de 2007.

             Con este acuerdo se da cumplimiento a la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana de 13 de noviembre de 2013, que declaró nulo el acuerdo de la Dirección General ante el recurso interpuesto por la asociación de vecinos “San Miguel Arcángel” y la Asociación de Amigos de Escalona (ASE). El Tribunal Supremo falló también en contra del recurso de casación interpuesto por el Ayuntamiento y la Generalitat dando firmeza al acuerdo del TSJ.

             La asociación de vecinos desea que en el nuevo periplo, que ahora se inicia, la redacción del nuevo plan de urbanismo no se diseñe, como el anterior, bajo los parámetros similares a los de la burbuja inmobiliaria y cuente con la participación e intereses de todos los sectores afectados, especialmente, los de los vecinos y se proyecte dentro de los principios de un desarrollo sostenible, equilibrado y mesurado en armonía con los valores naturales, culturales y económicos del contexto, en que se desarrolla.