Desde que en agosto de 2014 el petróleo alcanzara el último repunte, el precio del gasóleo agrícola ha bajado 16,4 puntos menos que la cotización del petróleo
VIERNES 22-01-2016
LA UNIÓ de Llauradors acusa al Gobierno y a las petroleras de no repercutir de la misma manera la bajada continua del petróleo en los cost
es del gasóleo agrícola que pagan los agricultores y ganaderos.
LA UNIÓ señala que el desplome del precio del petróleo en los mercados internacionales en los últimos seis meses e intensificado en las últimos días con la vuelta de las exportaciones desde Irán no se está transmitiendo en proporción similar al precio de los combustibles y, en concreto, al gasóleo agrícola.
El pasado mes de agosto el crudo alcanzó su mayor precio en el período más reciente, situándose en los 51,37 €/100 litros. Desde entonces hasta ahora su cotización se ha recortado en un 56,4 %, situándose en este mes de enero en los 20,16 €/100 l., de media.
Por otro lado, el gasóleo agrícola, en este último semestre ha pasado de una media de 91,03 €/100 l., a los 53,69 €/l. actuales; lo que representa una caída del 40%, es decir, 16 puntos menos de lo que lo ha hecho el petróleo.
Los impuestos sobre el combustible, cuyos componentes son el Impuesto Especial de Hidrocarburos y el IVA, representan una proporción significativa del precio; proporción que, además, ha crecido en este último período desde pesar un 26 % del precio en poste en agosto de 2014, hasta un 32 % este mes de enero. De estos impuestos se aplica una devolución extraordinaria sobre el Impuesto Especial de Hidrocarburos que se mueve en el entorno de los 90 millones de euros anuales (según último dato publicado por la Agencia Tributaria), en contraposición a los alrededor de 730 millones de euros que el Estado podría haber recaudado en el último año en concepto de IVA.
“Si se descuentan los impuestos, la cotización del gasóleo agrícola habría descendido un 44,8%; aún 11,6 puntos menos que el petróleo”, afirma Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ. “Consideramos que se deberían tomar medidas al respecto ya que la coyuntura de los precios del petróleo no está siendo trasladada, ni por las petroleras en precio de suministro, ni por el Gobierno a través de menores impuestos, al conjunto de los consumidores, pero particularmente a los agricultores, para quienes el coste del gasóleo agrícola representa un input productivo importante en las cuentas de sus explotaciones. La industria del combustible mantiene sus conductas habituales de repercutir de manera inmediata los incrementos de la materia prima y de retener en sus márgenes de beneficio los recortes en las cotizaciones del crudo.”, añade Mampel.
La organización considera que las autoridades de competencia deberían intervenir de oficio ante este tipo de situaciones e investigar para descartar que es estén realizando prácticas prohibidas en la coordinación de los precios de carburantes; algo sobre lo ya han sido sancionadas en el pasado.