Los números no lo explican todo, pero a veces ayudan a entender la realidad que nos rodea. En el terreno de la violencia de género estos mismos números no pueden explicarlo todo (¿cómo explicar cada unas de los cerca de mil asesinatos de los últimos quince años?) pero quizás sí sirvan para dibujarnos el país que tenemos delante, un país que parece derrotado, abatido, que parece haberse acostumbrado a ver cómo sus mujeres son asesinadas sin remedio. ¿Exagerado? Veamos algunos de estos números para intentar entenderlo mejor.
Y es que vemos con extrañeza como mientras la criminalidad con resultado de muerte (toda suerte de asesinatos y homicidios, incluida la violencia de género) sigue en España en su conjunto una curva descendente en los últimos quince años, hasta el punto de que la misma se ha reducido a la mitad. Por contra, respecto a la violencia de género, en el campo de la violencia machista, no sucede nada de esto.
Los números son en este sentido claros, fríos, cortantes y nos interrogan a todos sobre qué está pasando, qué estamos haciendo mal o qué dejamos de hacer. En los últimos años España, como país, ha dado un gran paso adelante al lograr reducir su criminalidad con resultado de muerte (apartado donde está incluida la violencia de género) casi a la mitad. Entre los años 2000 y 2013, la estadística oficial nos dice que hemos pasado de 553 víctimas mortales a “solo”302, siendo de 587 en 2003 la cifra más elevada. Llevadas estas cifras a porcentajes resulta que en este último periodo histórico hemos pasado de 1,37 víctimas mortales por cada cien mil habitantes a “solo” 0,63 en 2013. Como se ve, menos de la mitad y con una curva casi siempre descendente en el número total de víctimas.
Fríos y cortantes
¿Qué ha pasado mientras tanto en este mismo periodo con las víctimas de violencia de género? ¿Han disminuido en paralelo y en iguales o parecidos porcentajes las cifras de víctimas mortales por violencia machista? Mucho me temo que a la luz de los números, ya decimos fríos y cortantes, ambas respuestas tienen aquí un claro denominador común nada alentador.
Casi nada de esto –reducción total y porcentual de víctimas- ha sucedido con respecto a la violencia machisrta. No solo no han disminuido los casos en términos absolutos y apreciables, sino que su estudio más detallado nos hace interrogarnos sobre lo que puede estar sucediendo detrás de esta realidad. Si las políticas aplicadas por los diferentes gobiernos, la actuación judicial, policíal, educativa, etc., parecen estar consiguiendo que se reduzcan los personas asesinatos –recordemos las 553 víctimas en el año 2000 y las 302 de 2012- cabría preguntarse entonces porqué no se produce esta misma tendencia en violencia de género, a pesar de los once años en vigor de la Ley Integral Contra la Violencia de Género que aprobara el Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Datos y más datos
Por citar solo algunos casos, y si atendemos a los datos oficiales de los últimos años, entre 2007 y 2014, las cifras de víctimas por violencia de género en España varían entre las 85 víctimas de 2010 y las 57 de 2012 y 2013, siendo 59 las correspondientes al pasado año, con picos estadísticos como muestra la secuencia de 71 víctimas (año 2007), 67 (2011) o 59 (2014).
Estas cifras no tienen, por demás, el consenso de todos y suben de forma notable si las fuentes son otras. Así, si atendemos a las que podemos ver en la página web de www.feminicidio.net, una de las publicaciones que más consenso suscita entre el movimiento feminista, y analizamos solo los últimos cinco años, estaríamos hablando de datos que van de las 126 víctimas en 2009 a las 113 muertes violentas documentadas en 2014 en el entorno de la violencia de género, sin haber bajado del centenar en ninguno de estos seis últimos años (en este 2015 la macabra cifra de víctimas alcanza ya las 80).
Revertir esta situación y situar en el primer plano de la agenda política de los partidos la lucha contra esta barbarie a escasas semanas de las elecciones generales del 20D es, posiblemente, una de las razones implícitas en la Marcha Estatal del próximo sábado, 7 de noviembre, en Madrid contra “las violencias machistas”, así en plural, que convocan el Movimiento Feminista de todo el Estado.
Alguien dijo alguna vez que no haberlo conseguido no nos autorizabacomo sociedad a dejar de intentarlo, o si lo prefieren, que no haberlo logrado era justo la razón que nos debería impulsar a seguir intentándolo. Seguramente uno de los caminos para ello, no el único, claro, es apoyar y dar visibilidad a esta marcha del #7N en Madrid para hacer posible la apertura de nuevos caminos en la lucha contra lo que algunos se resisten en llamar “terrorismo machista” pero que en los últimos quince años ya ha causado más muertes que el terrorismo de ETA en su medio siglo de existencia.
Estas palabras y este montón de números es lo único que quieren y pretenden. #7NYoSiVoy En twitter @plopez58
