REDACCIÓN

ELCHE 24-11-2015

La Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha presentado un escrito ante el Ayuntamiento de Elche solicitando que sea suspendida la tramitación  del Borrador del Planteamiento del Sector MR-10, La Marina, presentado por la Agrupación de Interés Urbanístico “La Vila de La Marina”. En ese documento se propone la construcción de 1.000 apartamentos turísticos, sobre los 450.000 m2 que tiene el sector, potenciando el carácter de segunda residencia.

AHSA considera que el modelo de desarrollo urbanístico imperante en los municipios litorales españoles se ha mostrado contraproducente. Buscando el desarrollo económico a través de la urbanización de espacios costeros de gran valor paisajístico y ambiental, solamente ha conseguido crear nuevos núcleos urbanos que una vez construidos, no solamente no han aportado los beneficios económicos esperados sino que  suponen una carga económica para las administraciones públicas, además de haber deteriorado gravemente un territorio con un alto grado de valor añadido.

Los ecologistas señalan el ejemplo en Elche de la construcción del MR-9 en el perímetro de protección del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola  o el AR- 1 creando una enorme muralla de hormigón entre el Clot de Galvany y la costa.  Recuerdan que el MR-10 delimita unos terrenos colindantes con el Lugar de Interés Comunitario “Dunes de Guardamar”, tratándose de suelo agrícola actualmente abandonado en su mayor parte, pero con un elevado interés paisajístico y ambiental. Se trata de un sector muy valorado por los habitantes de La Marina, por formar parte de su entorno tradicional y de las señas de identidad de la localidad.

Por otra parte, el grupo conservacionista considera que aprovechando el inicio  de la redacción del Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral y la cobertura  legal que puede proporcionar, se redefina la actuación sobre el MR-10, reduciendo drásticamente la edificabilidad actual y modificando el carácter residencial del sector, pasando a recalificarse como Clave 54 “recreativo-turístico, excluyendo el uso residencial “ y el desarrollo del MR-10 se limite a la instalación de alojamientos turísticos de bajo impacto, como hoteles rurales o campings y que permita compatibilizar la conservación de los valores paisajísticos de la zona con una actividad turística que contribuya al desarrollo económico de la localidad.