PODA DE PINOS ORNAMENTALES.

   Rafael Moñino Pérez

Agente de Extensión Agraria

DOMINGO 03-05-2015

 Evidentemente, este es un tema menor, sin aparente importancia, pero estimo queIMG_1822 merece un comentario por lo que se observa en casi todas partes. Está claro que si plantamos un pino, salvo que no arraigue o que después de hacerlo sufra un grave contratiempo, con el paso de los años tendremos un árbol de gran desarrollo como corresponde a su especie. Pero la intervención humana puede derivar en que su desarrollo se adelante o se retrase con la poda, independientemente de factores como el riego y otros cuidados.

            Contra lo que pudiera creerse, la poda moderada favorece el desarrollo dentro de la forma que queramos dar al árbol, y la poda excesiva retrasa el crecimiento. Si no intervenimos, el desarrollo será siempre mayor, aunque la forma natural que adopte el árbol no nos guste desde el punto de vista ornamental. Por eso se interviene con la tijera cuando el pino es joven. Esto queda registrado en los anillos anuales de crecimiento del tronco, visibles cuando se corta para madera, y que pueden leerse como un libro abierto. Los anillos más finos coinciden, o con años de sequía o con los de fuertes podas. Esto ocurre por que las hojas del pino, como en los demás árboles, son el equivalente al conjunto de los pulmones y del aparato digestivo en los animales, por lo que, a menor volumen de hoja, menos respiración, menos digestión y, naturalmente, menor crecimiento. Por ello, ante la duda sobre cortar o no la siguiente rama, es mejor no hacerlo y dejarlo para la poda del otoño siguiente.

            Después de lo dicho, añado esta sabrosa anécdota sobre el tema. Hace dos semanas visité la casa de campo de un amigo, y observé que unos pimpollos de pino piñonero de menos de tres metros estaban, como se dijo del gallo de Morón, sin plumas y cacareando. Cuando le pregunté por el autor de la salvajada me dijo que, a pesar de advertir al podador que se estaba pasando, éste le contestó que los árboles se lo estaban pidiendo. Vale: Vivir para ver. Pero les aseguro que en mi larga carrera profesional jamás he visto casos de telepatía entre árboles y hombres, ni menos en plan masoquista pidiendo ser degollados con tijera o serrucho.

            Hay una sencilla regla orientativa que consiste en podar solo hasta los dos quintos de la altura del árbol. Esto quiere decir, llanamente, que si dividimos la altura total del pino en cinco partes iguales podaremos solo las dos partes inferiores, tal como indica el esquema adjunto. Los cortes se darán lo más rasos posible al tronco para evitar futuros nudos en la madera.

            Finalmente, un consejo sobre distribución de árboles ornamentales, que a veces no se tiene en cuenta: Si la casa está orientada al mediodía, como suele ser normal, los pinos y otras coníferas deben plantarse en la parte de atrás para que la protejan de los vientos invernales, y delante de ella las frondosas (chopos, olmos, tilos, moreras, etc.), que por ser de hoja caduca le darán sombra en verano y permitirán el paso del Sol en invierno.