LAS PARTIDAS CARLISTAS EN LA PROVINCIA DE ALICANTE-SU INCIDENCIA EN GRANJA DE ROCAMORA Y COX Por Patricio Marín Aniorte, Cronista Oficial de la Villa de Cox
LAS PARTIDAS CARLISTAS EN LA PROVINCIA DE ALICANTE-SU INCIDENCIA EN GRANJA DE ROCAMORA Y COX
Por Patricio Marín Aniorte, Cronista Oficial de la Villa de Cox
Cox 25 de mayo de 2015
Antecedentes del carlismo
Ante la imposibilidad de Fernando VII de tener hijos varones que le sucedieran en el trono, éste derogó la Ley Sálica para que reinara su hija Isabel. Con este arbitrario proceder, se produjeron tres guerras carlistas, y otras intentonas del mismo signo, en este orden:
1ª Guerra entre 1833-1840
2ª “ “ 1846-1849
3ª “ “ 1872-1876
Hubo una intentona “La Ortegada” en 1860, y otra “Alzamiento de Badalona” en 1900.
El carlismo era un movimiento político tradicionalista y legitimista de carácter antiliberal y contrarrevolucionario surgido en España a la muerte de Fernando VII. Se definía como una lucha popular-campesina en defensa de las tradiciones ancestrales del país. Su promotor, Carlos Maria de Isidro, hermano de Fernando VII, que esgrimió la Ley Sálica constituyéndose como el verdadero heredero del trono español.
La inestabilidad y el caos fue la tónica dominante en España a lo largo del siglo XIX. Además de las guerras carlistas se sucedieron otras confrontaciones de corte liberal, por establecer la constitución. La incomprensión de las clases dominantes, provocó la división entre los españoles. El principal responsable, Fernando VII, rey felón y obtuso, que con su torpe proceder, consiguió la ruina de nuestro país.
Tras su muerte le sucedió su hija Isabel II (Madrid 1830-París 1904), hija de su cuarta esposa Mª Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que a su vez era su sobrina carnal. El reinado de Isabel fue desastroso, no solo por las intrigas políticas y consiguientes guerras, si no también por su vida personal, que transcurrió en una continua fiesta licenciosa.
Todo ello conjugado, dio lugar a la revolución de 1868, llamada “La Gloriosa”.Isabel II, viendo el cariz que tomaba el país, abandonó el trono y se refugió en París. Con su fuga, se dio paso a un periodo convulso que ha pasado a la historia como “Sexenio revolucionario”. En dicho lapso (1868-1874), el país experimentó las sacudidas y extremismos de unos y de otros. El carlismo resurgió de nuevo, aprovechando la inestabilidad política del momento. Este postrer intento, como tercera guerra carlista, se desarrolló en España entre 1872 y 1876. Dicha contienda por entronizar al pretendiente Carlos VII, coincidió con los gobiernos de Amadeo I, 1ª república y Alfonso XII.
Ramón Cabrera, “El tigre del Maestrazgo”, antiguo líder del movimiento carlista, a la sazón se hallaba exiliado en Inglaterra. En 1850 había contraído matrimonio con Marianne Catherine Richards, rica heredera, fijando su residencia en Wentwerth, cerca de Londres. Hacia 1869, el pretendiente Carlos VII, se desplazó a Londres para atraerse a Cabrera a una nueva confrontación. Cansado o desengañado de Carlos VII, Ramón Cabrera, en 1875, reconoció como legítimo rey de España a Alfonso XII. Falto del apoyo de Cabrera, el carlismo había decaído y carecía de las fuerzas de antaño. Por ello, en esta tercera guerra, las partidas carlistas se hallaron sin recursos, y para mantenerse, cometieron actos de pillaje por donde quiera que transitaran.
La partida carlista de Aznar y Fuster
Corría el año 1873 y los carlistas de Aznar y Fuster hicieron acto de presencia por los municipios de la provincia de Alicante. En dicho año, entraron en Pinoso y se llevaron más de 15.000 reales, además de armas y municiones. El diario “El Constitucional” del 10 de octubre de 1873, daba cuenta del asalto de los carlistas al pueblecito de Beniardá. Allí exigieron que en el término de una hora se les entregase 10 armas de fuego, 200 raciones de comida y 8 bagajes. Esta población apenas disponía de recursos y mucho menos en un plazo tan corto de una hora. Así que sus ediles: Juan Bautista Payá, Juan Bautista Segura y el secretario D. Pelegrín Ronda, manifestaron no poder atender dichas peticiones. Ante dicha negativa, quemaron el registro civil y sólo encontraron en la caja de depósitos la exigua cantidad de 383 reales firmando un recibo de dicha cantidad. Luego fueron apresados los referidos munícipes, y después de haberles libertado, quisieron apresarlos de nuevo. Entonces huyeron y solo fue alcanzado Juan Bautista Payá, al que trataron de fusilar. Al fallar los primeros tiros, éste salió corriendo, aunque fue herido gravemente por una bala, que entrándole por el muslo le salió por el bajo vientre.
Sus andanzas por La Granja y por Cox
El día 17 de septiembre de 1873 la partida de Aznar y Fuster, con 200 hombres entraron en Granja de Rocamora [1] apresando al alcalde Manuel Rocamora Cartagena, al médico y dos concejales. El mismo día llegaron a la Villa de Cox y quemaron tres libros del Registro Civil [2] Los carlistas exigieron al pueblo 20.000 reales, 300 raciones de comida, mantas y alpargatas. El alcalde Manuel Lucas Cruz, en representación de los vecinos se negó rotundamente a dichas exigencias, y entonces se llevaron presos algunas personas que consiguieron escapar [3] Por transmisión oral sabemos que los carlistas, en Cox, se aposentaron en la posada local y luego se dedicaron a saquear las casas. Se dice, que un vecino del pueblo, muy falto de picardía, apodado “El tío Folí” fue objeto de burla por la soldadesca carlista. Estos decidieron vestirle de carlista y montarle en un asno, paseándolo por las afueras del lugar. Uno de los soldados señalando la sierra de Albatera, quiso meterle miedo al tío Folí, con estas palabras: “¡Ve Ud. aquellas sierras! le llevaremos allí y le meteremos cuatro tiros en la cabeza” . El tío Folí lejos de asustarse, respondió: ¡Lo que los señoricos manden¡. Ni que decir tiene, que el carlista bromista no supo que decir, pues quedó mudo ante la respuesta del que creían simple.
1] CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ-CORDERO AZORÍN, universidad de Alicante-El republicanismo federal en Alicante, Froilán Carvajal y el diario “La Revolución” pág. 96.
[2] El Registro Civil se implantó con la Ley de 17-07-1870, y comenzó a aplicarse en el mes de Enero de 1871. Con esta medida se exigía a los municipios la creación de un Registro Civil en el que se debían inscribir los datos referentes al estado civil de todos los españoles (nacimientos, matrimonios, defunciones etc.). La quema del Registro Civil de Cox se produjo el 17 de Septiembre de 1873, es decir, recién creado el Registro. En dicho incendio desaparecieron los libros, números 1, 2 y 3 de nacimientos. Por dicho motivo, en la actualidad se conservan los libros de nacimientos a partir del 29 de Noviembre de 1873.
[3] Entre los apresados se encontraba Patricio Marín Pacheco (bisabuelo del que suscribe) detenido en el Portichuelo, que fue conducido a la villa de Callosa, de donde consiguió escapar de sus captores.