Por Julián Carcaño Pareja, militante de Los Verdes
TORREVIEJA 02-04-2015
En el Pleno del 27/03/15, el PP recalificó 640.000 metros cuadrados de terrenos rústicos a urbanizables en el entorno del Hospital y de la Laguna de Torrevieja, en los cuales se podrán construir hasta 2.684 viviendas, para compensar a la mercantil Explotaciones Agrícolas La Ceñuela por la cesión en 2003 de los 100.000 metros cuadrados en los que se construyó el hospital.
Los herederos políticos del corrupto Hernández Mateo rematan así el pelotazo urbanístico que ya denunciamos hace años en unos terrenos en los que no se podía edificar y en los que, por arte de birlibirloque, se construirán 2.684 viviendas en una de las zonas más saturadas de España y en la que proliferan los carteles de “se vende” por doquier.
En agosto de 2002, José Manuel Dolón, actual portavoz de Los Verdes, denunció públicamente el pelotazo urbanístico que se preparaba al conocerse la ubicación en la que Hernández Mateo (a la sazón alcalde y concejal de urbanismo) determinó la construcción del hospital: “El pelotazo urbanístico no consiste sólo en la agresión medioambiental que supone construir el hospital en un espacio natural protegido no urbanizable, sino en el compromiso de recalificar como suelo urbanizable la totalidad de la finca La Ceñuela, en cuyos terrenos se sitúa la parcela de 100.000 metros cuadrados destinada al hospital. De ese tipo de jugarretas sabe mucho Hernández Mateo”.
El pleno extraordinario que solicitamos los concejales de Izquierda Verde (hoy Los Verdes) en octubre de 2002 para conseguir la fiscalización de este turbio asunto fue abortado por la mayoría del PP contando con la colaboración del entonces presidente de la comisión de fiscalización: el concejal con dedicación exclusiva de Izquierda Unida, Martínez Andreu.
Lo que acaba de hacer el PP es culminar el pelotazo pergeñado hace 13 años por su ahora encarcelado líder y es una prueba más de que muchas administraciones gobernadas por el PP están acelerando muchos pelotazos urbanísticos de cara a las elecciones del 24 de mayo.
Como sostuve hace años, en Torrevieja se produjo un doble pelotazo hospitalario: el pelotazo urbanístico y el pelotazo de colarnos un hospital “público” de gestión privada, construido y gestionado por empresarios y sociedades amigas del PP (entre ellos, Enrique Ortiz).
En torno al año 2000, el movimiento ciudadano torrevejense y la oposición política recogimos más de 30.000 firmas reclamando un hospital público en Torrevieja ante la saturación del único que existía en la comarca. Hernández Mateo era muy reacio a que se construyera ese hospital público y defendía un convenio con el Hospital privado de San Jaime. Pero el PP de la Comunidad Valenciana ya había implantado el modelo Alzira (centros sanitarios públicos gestionados por empresas privadas), y optaron por expandir ese perverso modelo, en los que se antepone el beneficio empresarial a la salud de las personas, a Torrevieja y a otras zonas.
Pocos meses antes de las elecciones municipales y autonómicas del 25/05/2003, el PP anunció que se haría un hospital en Torrevieja, aunque tanto ese hospital como la atención primaria serían de gestión privada, y que se construiría en una zona situada junto al Paraje Natural de las Salinas de Torrevieja. Las actas municipales desvelan que, además de los ediles del PP, también los concejales del PSOE y el de Izquierda Unida votaron a favor del proyecto del PP de construir el actual Hospital de gestión privada en una zona que se recalificó con esa excusa, argumentando el interés público sanitario, anteponiéndolo a otros consideraciones, por entenderlo prioritario y urgente. Los Verdes nos quedamos solos en la oposición al doble pelotazo urbanístico y sanitario.
De aquellos males vienen los actuales lodos: el PP prepara el blindaje de la sanidad privada pagada por fondos públicos ante una eventual derrota en las elecciones autonómicas de mayo. El PP no quiere que se rescaten los servicios públicos concedidos a empresas amigas y ha aprobado una proposición no de ley en les Cortes Valencianas defendiendo el llamado modelo Alzira. El próximo paso será prorrogar las concesiones a las empresas que gestionan los cinco hospitales de gestión privada de la Comunitat Valenciana: Alzira, Dénia, Elche, Torrevieja y Manises. Pretenden dificultar y encarecer el rescate de los servicios públicos que han privatizado.
