VICENTE SAEZ RUIZ, MAESTRO DE ESCUELA REPRESALIADO Y FUSILADO EN GALICIA POR EL LEVANTAMENTO MILITAR DE 1936

 Texto y fotos Patricio Marín Aniorte-Cronista Oficial de Cox

COX 31-10-2014

La guerra civil española (1936-1939), fue una de las más crueles y funestas contiendas sostenida entre pueblos hermanos. Alevosos crímenes cometidos en dicho periodo no dejan en buen lugar a ninguno de los dos bandos contendientes. El tema está muy trillado, y a pesar de los años transcurridos su recuerdo ha dejado honda huella en el país. En los años cuarenta del siglo pasado, en las escuelas nos decían que los “rojos” habían cometido muchos asesinatos. En efecto, en la zona republicana del Centro, Levante y sobre todo en Cataluña perdieron la vida, numerosos religiosos y civiles, víctimas del radicalismo incontrolado. En memoria de todos ellos, se grabaron sus nombres en cruces de jaspe o mármol plantadas en las plazas de los pueblos. Todo indicaba que en aquel desastre nacional, sólo se asesinó en una parte de España. Con el paso del tiempo llegó a saberse, que el “Glorioso Alzamiento Nacional” también se mancilló de crímenes horrendos. Las represalias de Yagüe en Badajoz, las de Granada y Galicia constituyen una muestra más de la sinrazón del fanatismo asesino.el maestro de Cox

Miles de personas asesinadas durante la guerra, yacen en el más absoluto olvido, entre ellos, un maestro de escuela, llamado Vicente Sáez Ruíz. Sus datos personales, recogidos del archivo parroquial de Cox (Alicante) donde fue bautizado, nos dicen que nació en dicha localidad, el 25 de Marzo de 1904 [1]  . Hijo de Vicente Sáez Pámies y de Filomena Ruíz Lozano, naturales del mismo pueblo. Su padre, más conocido como: ”Vicentico del horno”  disponía de horno- panadería, así como de las mejores tierras de la huerta. Se decía, que daba trabajo diario a cinco o seis jornaleros. En un ambiente de acomodo y bienestar se crió su hijo Vicente Sáez Ruíz, propiciando que estudiase. En efecto, en aquellos años y debido a la pobreza generalizada del pueblo, solo estudiaban los hijos de familias pudientes. A la altura del año 1920, todavía persistían en Cox tributos de origen medieval, toda vez que sus tierras y casas, se hallaban gravadas a censo enfitéutico. El beneficiario de dichos tributos era Salvador Marín Barnuevo, que detentaba el título de marqués y ejercía dominio directo sobre los bienes raíces de este pueblo. Este dominio, fue conseguido por su abuelo Diego Marín, en 1842, por  “reconocimiento de inmediato sucesor” [2] otorgado por Maria de las Virtudes Melgarejo  Saurín,  última señora territorial de Cox. Dicha señora, en su testamento, manifestaba que no tenía herederos. El hecho de aceptar a Diego Marín, fue por que este le mostró partidas sacramentales, que presuntamente le ligaban como familiar más cercano. Maria de las Virtudes murió en 1845, y Diego Marín se presentó en el pueblo como nuevo marqués y el vecindario se negó a reconocerlo. Dicho esto, es obligado mencionar las negativas de la gente a satisfacer los referidos tributos, ya anacrónicos.

Vicentico del horno, padre de nuestro biografiado fue uno de los que más se opusieron al pago de dichos tributos. Salvador y Josefa Marín Barnuevo, instaron pleito contra él, en 1924, y por Sentencia del Tribunal Supremo del 2 de Enero de 1928 [3]  , se produjo el fallo en contra de Vicentico. Por esta razón, tuvo que afrontar crecidas costas judiciales y sanciones pecuniarias que le llevaron a la ruina. Este hecho hizo mella en la mente de su hijo, el maestro de escuela, que a partir de ahí se alineó en contra de los poderosos.

Vicente Sáez Ruíz, tras el descalabro sufrido por su familia en el referido pleito, aprobó la oposición para ejercer el magisterio. Fue destinado a Galicia a la escuela de niños de Coiro, casa de Barca en Cangas de Morrazo, provincia de Pontevedra.

Maestro de escuela en Galicia 

 En su pueblo natal (Cox), solo se comentaba de Vicente Sáez su desenlace final, con muerte violenta a manos de los insurgentes militares de 1936. A día de hoy hemos conseguido saber algo más respecto al infortunio de nuestro paisano en tierras gallegas.

maestro de Cox (1)

Las noticias que nos llegan de Galicia  [4] , nos informan que Vicente Sáez Ruíz, en el mes de septiembre de 1932, se incorporó como maestro a la escuela de niños de Coiro. Maestro muy activo en su profesión y también en el movimiento asociativo, siendo nombrado delegado de la FETE-UGT para el ayuntamiento de Bueu. Participó en el Congreso regional de Trabajadores de la Enseñanza, del 17 al 24 de mayo de 1936, en Vigo. También fue Presidente del Centro Radical y militante del PCE. Aficionado a la natación formaba parte el Club de Cangas Rodeiramar. Los vecinos de Coiro, lo describen como hombre de estatura media, muy buena persona, con un merecido reconocimiento profesional por sus alumnos. Cierto día el año 36, tres jóvenes se acercaron al cura de Coiro con intención de burlarse. D. Vicente, el maestro, evitó dicha acción conminándoles a que lo respetaran.

Muy conocido por sus ideales republicanos, al estallar la Guerra Civil, fue perseguido, encarcelado y fusilado. Todo comenzó con su detención en su domicilio del barrio de Cruceiro-Coiro-Cangas de Morrazo (Pontevedra), estaba casado. Dicha detención se produjo a las 9 de la mañana del día 25 de julio de 1936, es decir, a la semana del estallido de la guerra. Fue conducido por la Guardia Civil a presencia del Comandante del Puesto de Cangas de Morrazo. A continuación fue trasladado a la prisión provincial de Pontevedra, donde fue confinado el 19 de septiembre de 1936, a la espera que se celebrara Consejo de Guerra. Un mes después, esto es, el 23 de octubre, fue trasladado a la Colonia Penitenciaria de la Isla de San Simón. Se dice de él, que en el momento de ser llevado a “pasear” le dejó un anillo a su vecino de Coiro y compañero de infortunio en San Simón. Fusilado a primeros de diciembre de 1936, el día 5, apareció el cuerpo del “mestre de Cangas” tirado en la carretera de la Parra, parroquia de Marcón, Pontevedra.

 

En el expediente de la Comisión Depuradora de Magisterio de la provincia de Pontevedra, Vicente Sáez Ruíz, fue encausado con mucha saña y mala fe, como persona de ideología perniciosa al nuevo orden que se trataba de implantar. Según la ficha de la Inspección de 1ª Enseñanza de Pontevedra, en agosto de 1936, lo reseñaban de la siguiente manera:

“Moral cristiana.-Dudosa// Ideología política.-Comunista// Conducta profesional.-Mediana//Observaciones.-Detenido en Cangas como complicado en el movimiento.”Sin data e ilegible.

“D.Vicente Sáez Ruíz, maestro de Coiro, Cangas, Provincia de Pontevedra. Detenido como afiliado del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, según la Policía. Actuación de extrema izquierda, anticristiano. Separación definitiva”.

No menos desfavorable hacia D.Vicente, fue la opinión vertida por Manuel Vivero Garcia, párroco de Coiro, que en una ocasión, fue protegido por el maestro, de las burlas de tres jóvenes. Su informe fue el siguiente:

“El infrascrito párroco del Salvador de Coiro, de Cangas de Morrazo, tengo el honor de informar ante esa Comisión Depuradora del Magisterio de Pontevedra, que el Maestro de esta Don Vicente Sáez Ruíz, detenido en el Lazareto de Vigo por sus colaboraciones directivas en el Frente Popular, por sus propagandas de aquí de la parroquia, y por sus actividades cuando el golpe del glorioso movimiento militar ,ha desaparecido según cuentan los que más de una vez han preguntado por él. De funesta y detestable puede clasificarse su actuación de barniz fino, pero de rabioso antiespañolismo y anticristiano refinadísimo. Su conducta h hecho casi irreparable daño. Dios guarde a U.S. muchos años”.

Igualmente desfavorable fue el informe emitido por Ildefonso Fernández Sanchez, Comandante del Puesto de Cangas, contra el maestro de escuela D. Vicente Sáez Ruíz.del siguiente tenor:

“Tengo el honor de informar a la respetada autoridad de V.I. que D. Vicente Sáez Ruíz, maestro destituido de la Escuela nacional de Coiro, ha observado durante su permanencia al frente de la misma una mala conducta tanto profesional, como religiosa, social y particular; en cuanto su actuación política de ideas comunistas, ignorándose si estaba afiliado a alguna agrupación de carácter disolvente, actualmente se encuentra procesado por su intervención en contra del Glorioso Movimiento Nacional y referente a su orientación en la enseñanza esta era antirreligiosa y bajo las propagandas comunistas. Dios Guarde a V. I. muchos años”.

Por estos y otros informes similares, Vicente Sáez Ruíz, maestro de Coiro, perdió la vida a manos de sicarios del naciente régimen militar. La nueva autoridad implantada por las armas, el día 5 de diciembre de 1936, trató de culpar de sus muertes a las propias víctimas. Cita textual:

“…El Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de la Provincia, en escrito de hoy, nos dice:..Al ser conducidos en la noche de ayer por fuerzas del puesto de la Capital los presos Jesus Tejeiro Alfonso,VICENTE SAEZ RUIZ, Santiago Gómez Bao y José Búa Beredo, tuvo el coche que los transportaba un pinchazo por lo que tuvo que detenerse y separarse hacia la cuneta de la carretera de Estribela, momento que aprovecharon los referidos presos para intentar su fuga aprovechando la oscuridad de la noche y como no hicieron caso de las intimaciones que les hizo la fuerza para que se detuvieran, éste hizo uso de sus armas haciéndoles caer en tierra y recogidos se observó que eran cadáveres ,siendo conducidos al depósito del Cementerio de dicho Estribela..”

La represión llevada a cabo en tierras gallegas se cebó especialmente con la educación  en las escuelas y particularmente con el profesorado. La lista elaborada con el título “Profesores e profesoras de Galicia mortos polos sucesos de Guerra Civil de 1936” asciende a 91 profesores. D. Vicente figura con el número 78 de dichos fallecidos de manera violenta. Todo ello por pensar de manera diferente, o lo que es lo mismo, un ataque frontal a la libertad de pensamiento. Para conservar la vida había que doblegarse  como lo hizo el rector de la universidad de Cervera  ante Fernando VII con la célebre frase “ Lejos de nosotros, Majestad, la funesta manía de pensar”

[1] Archivo parroquial de San Juan Bta. de Cox, libro  15 de bautismos, folio 186

[2] Archivo histórico de Protocolos-Jacinto Gaona (8-11-1842)

[3] Residuos de propiedad señorial en España-Antonio Gil Olcina y Gregorio Canales Martinez,    Publicaciones Universidad de Alicante, Instituto alicantino-Juan Gil Albert.

[4] Xoan Carlos Chillón Iglesias, profesor de Xeografía e Historia- IES Rodeira-Cangas-Pontevedra.