El pleno municipal de Rojales celebrado anoche desestimó la puesta en marcha de un nuevo mercadillo de venta no sedentaria previsto ubicar en la Avenida Justo Quesada. La decisión fue acordada con los votos favorables del Equipo de Gobierno del PSOE y la abstención de los grupos municipales del PP e independientes del Pader.
Pleno en Rojales en una fotografía de archivo
Un nuevo informe redactado por la secretaría municipal señala que la puesta en funcionamiento del nuevo mercadillo no se puede autorizar en base a la ordenanza local vigente. Para que sea autorizado debe ser modificada la misma. Se recoge por otro lado que el mercadillo cumple la calificación urbanística al estar contemplado en el PGOU como zona de servicios.
El informe que contradice y rectifica dos documentos anteriores del mismo servicio municipal, se redacta en base a las alegaciones presentadas por PP y Pader que sin embargo, no respaldaron en la sesión plenaria y emitieron un voto de abstención.
El portavoz del PSOE, José Pedro Chazarra, destacó que su grupo está a favor de la instalación del nuevo mercadillo. Y recordó que anteriormente se votó a favor en base a los informes positivos del secretario municipal. “Ahora el tercer informe es contrario y por eso votamos a favor de la desestimación” indicó.
Por su parte el portavoz del PP, Alberto Ros acusó tanto al PSOE como a funcionarios municipales “de recular” sobre la instalación del nuevo mercadillo en Rojales ya que, anteriormente, dieron el visto bueno al mismo.
En similares términos se definió el representante del Pader, Desiderio Aráez, quien dijo “alegrarse” porque el tercer informe del secretario municipal “acepta en parte nuestras alegaciones”. “Todos podemos equivocarnos, incluso el secretario y los técnicos del Ayuntamiento”. Argumentó la abstención de su grupo en base a que “no se deberían haber desestimado el resto de alegaciones”
El pleno si desestimó en base a los informes de secretaria, las alegaciones presentadas por comerciantes, vendedores ambulantes, PP y Pader respecto a la distancia donde se pretendía ubicar el nuevo mercadillo con respecto a otras zonas comerciales, aclarando que, está a más de 600 metros de distancia frente a los 150 que argumentaban las alegaciones.