EDITORIAL :La “casta”: Un virus que los ciudadanos tienen que erradicar con sus votos, sin miedo
Según la RAE, una de las definiciones de “casta” es: “Generación, estirpe, linaje ascendencia, parte de los habitantes de una sociedad que forma una clase especial sin mezclarse con los demás”.
El término “casta” en referencia a instituciones políticas, económicas y judiciales anquilosadas no es nueva a pesar de que Pablo Iglesias y Podemos la han puesto de moda. Iglesias lamenta que “los que acaparan el poder, sus intelectuales y su casta política” defiendan que la democracia es solo “un procedimiento de selección entre élites para ejercer el control de la administración”. “Para ellos, basta que pueda elegirse entre el partido A y el partido B para que haya democracia”, una democracia “limitada y tutelada al haberse transferido el poder soberano desde los Estados hacia multinacionales y organismos internacionales de carácter político, militar o económico”
La casta política es un concepto centenario que ha sido utilizado en procesos de degradación democrática repetidamente en el siglo XIX y el XX. No ha habido nueva formación o movimiento que, surgido para derrocar a unas instituciones obsoletas o consolidadas en el poder en tiempos de crisis, no haya usado el concepto de casta política o similares.
Unos ejemplos. Alejandro Lerroux (1916),: “Se ha llegado por la apatía del país a crear una casta de políticos profesionales”
Diario El Pueblo, (1919): “Parecía imposible una nueva imposición de falsos valores, y este pueblo que durmió inconsciente, después de haberse sacrificado para destruir los privilegios de la aristocracia, del clero, se despierta hoy, víctima de otras dos castas no menos odiosas: la casta de los políticos explotadores de la incurría e ignorancia de la masa popular y la casta capitalista”.
Ramón Pérez de Ayala, (1935) hablaba de “minoría egregia”, la masa popular, y la “casta política”, una especie de élite extractiva que vivía de la explotación del pueblo.
Nadie cuestiona el sistema democrático pero urge el rescate de la democracia, por parte de la sociedad de quienes la tienen secuestrada. unos pocos, un oligopolio de “políticos profesionales” se la quede en propiedad y la detente como como si fuera un patrimonio personal.
La casta ha dado lugar al Caso Bárcenas, Malaya, EREs de Andalucía, tarjetas Black de Bankia, Gurtel, Brugal causas de corrupción que implican a los políticos en los juzgados españoles.
El mapa de la corrupción política española es generalizada. Según datos del CGPJ a diciembre de 2013, en nuestro país había 1.661 causas abiertas por delitos relacionados con la corrupción, por prevaricación, revelación de secretos, cohecho, tráfico de influencias, malversaciones, negociaciones prohibidas a funcionarios, blanqueo de capitales, apropiación indebida, fraude, estafa, falsedad documental y delitos contra el patrimonio histórico y contra el medio ambiente.
Pese a este abultado número de procesos, la cifra de personas que actualmente están en prisión cumpliendo condena es muy reducida, apenas 23 cargos políticos,
Los ciudadanos-as con sus votos en las próximas elecciones tienen en sus manos acabar con la “casta”.
Según la RAE, una de las definiciones de “casta” es: “Generación, estirpe, linaje ascendencia, parte de los habitantes de una sociedad que forma una clase especial sin mezclarse con los demás”.
