Un decreto de la alcaldesa de Guardamar obliga a los vendedores del Paseo Ingeniero Mira a pagar 127.500 euros por el alquiler de casetas
TEXTO E.DE GEA
FOTOS A.ITURRICASTILLO
GUARDAMAR DEL SEGURA 09-07-2014
Todos o casi todos los vendedores del Paseo Ingeniero Mira de Guardamar del Segura ven con buenos ojos que en este mercadillo se hayan instalado casetas metálicas que sustituyen a los puestos desmontables. Pero pocos están de acuerdo en las formas e imposiciones del Ayuntamiento, “o caseta o no hay puesto” dicen.
Tampoco comparten las prisas en colocarlas, su disposición, su estética, el material con la que están hechas, la falta de pasillos o la carencia de ventilación trasera. Echan de menos más dialogo y consenso con los responsables municipales. El ayuntamiento ha llegado a acuerdos con la asociación de vendedores. Este colectivo está formado por menos de 30 vendedores del los 102 del Paseo Ingeniero Mira.
La mayoría de vendedores tampoco está conforme con el precio que deben pagar por tres meses de venta. A los 800 euros que deben abonar por la ocupación del suelo se une ahora unos 1.250 euros (IVA incluido) a los que hacer frente por utilizar las casetas (en alquiler) que incluye, vigilancia nocturna y personal de mantenimiento.
La empresa propietaria de los inmuebles desmontables recibirá por el servicio 127.500 euros (IVA incluido) que saldrán de los bolsillos de los vendedores. Algunos de ellos alertan ya de que tendrán números rojos al final de temporada.
Vendedores no asociados y que ya se están organizando para crear una nueva asociación con el nombre de AIVA propusieron a los responsables municipales abaratar costes con otro tipo de casetas, entre 350 y 400 euros. La propuesta fue rechazada por no contar con los requisitos marcados por el equipo de Gobierno del PP.
El grupo municipal del PSOE ha solicitado un informe de legalidad al Secretario Municipal al entender que, el Decreto dictado por alcaldía en relación a las nuevas casetas del Paseo Ingeniero Mira se extralimita en lo autorizado por la ordenanza municipal de regulación de mercadillos.
Sin lugar a dudas es uno de los temas más comentados entre los vecinos y turistas de Guardamar del Segura. Es el tema estrella del verano.
Para mejorar la estética de las casetas han sido instalados paneles gigantescos con vistas a la pinada que se podía ver antes de la colocación de las casetas o como muchas llaman ya “el Muro de Guardamar”. El largo paseo donde se ubican las 102 casetas solo tiene tres accesos o salidas. Cinco casetas fueron retiradas ante las protestas de un establecimiento de hostelería. Un hostelero-heladero que regenta uno de los establecimientos más antiguos del municipio, Juan Manuel Hernández asegura que, “se ha mejorado muchísimo con las casetas; la vista es más agradable”. Con todo, en las opiniones de vendedores hay de todo.
Reme Moltó presidenta de la asociación de vendedores señala que “hemos estado 17 años intentando disponer de casetas porque hay mejoras de todo tipo”. En septiembre, añade, se tendrá una nueva reunión y se decidirá si la gente quiere otro tipo de casetas.
Otra vendedora, Ángeles, señala: “nos beneficia muchísimo, sobre todo a la gente mayor como yo que ya no tenemos que cargar y descargar la mercancía todos los días. El pago, lo amortizamos con menos trabajo y no estamos pendientes del tiempo, la lluvia o el viento”.
Otro vendedor lamenta el calor que ocasionan las casetas cerradas que, “todavía se calientan más con los paneles que han puesto en la parte trasera”. Además, no se explica, al igual que otros vendedores, cómo las casetas tienen tres metros y se le añade otro más con una separación que corta la visión de la mercancía. “Es muy raro” apostilla para lamentar que “todo se ha hecho rápido y corriendo; prácticamente cuando no hemos enterado, la casetas ya estaban puestas; casi nadie está de acuerdo, se ha hecho muy rápido, no se ha hablado casi para llegar a consensos”.
“No hay más remedio, el que no paga no se puede instalar” asegura un vendedor de color que critica la separación entre los acceso a la hora de cargar y descargar su mercancía”. Además, dice: “hay que pagar mucho dinero”.
Gabriel, un comerciante veterano del Paseo Ingeniero Mira, explica que las casetas dan comodidad pero “son feas, están mal colocadas;parece un túnel donde la gente entra y no puede salir, son carísimas, no lo entiendo y encima, si pasa una emergencia veremos como se actúa”.
Muchos vendedores prefieren no opinar sobre la colocación de las casetas.
VER VÍDEO: http://www.tvlacronica.com/conflicto-casetas-paseo-ingeniero-mira-guardamar-08-07-14/