Hipogeo Cabezo Lucero. 7-9-X-2012. 044

TEXTO E. DE GEA

FOTOS CEDIDAS B.M.B.

Un descubrimiento arqueológico único en la Comunidad Valenciana y Murcia

 La consellería instó  para que se dejara de investigar antes de terminar la excavación

 Se trata de un hipogeo funerario fenicio

 GUARDAMAR DEL SEGURA 29-05-2014

Finales del año 2012. Las obras del proyecto de gaseoducto de gas natural que se ejecuta en parte de la comarca de la Vega Baja llega al tramo Rojales-Guardamar del Segura. A la altura del Cabezo del Lucero en Guardamar la maquinaria que abre las zanjas se topa con lo que al principio se creía era un simple basurero donde había restos cerámicos ibéricos y púnicos con huesos de animales o bien  un silo o depósito de cereales rellenado  con escombros, cerámica y huesos  en época ibérica.

Bienvenido Mas Belén, el arqueólogo que supervisa los trabajos, en previsión de la aparición de restos históricos, se pone manos a la obra. Comienza la excavación arqueológica y poco a poco se va extrayendo tierra mezclada con cerámicas y parte de una escultura fragmentada antropomorfa pertenecientes a la cultura ibérica de los siglos IV-III antes de Cristo (a.C.). La expectación por lo hallado que ya es manifiesta llega a niveles inimaginables cuando comienzan a aflorar escalones subterráneos tallados en la roca. Van apareciendo uno tras otro hasta comprobar que se trata de un dromos, un pasillo de acceso escalonado, curvado e inclinado que antecede a dos tramos abovedados de una cavidad artificial. La expectación de la actuación da lugar finalmente a un hallazgo arqueológico posiblemente único en toda la Comunidad Valenciana y Murcia: una galería subterránea con funciones funerarias. En palabras del arqueólogo “un hipogeo de tipología fenicio-púnica datado entre los siglos VIII-IV a.C.”

Estructuras arqueológicas de este tipo solo han sido halladas en diferentes yacimientos de Baleares, Almería y Málaga por lo que lo descubierto en Guardamar del Segura “puede ser es excepcional” según Bienvenido Mas.

El hallazgo es puesto en conocimiento del responsable del Museo Arqueológico de Guardamar, Antonio García, así como a los responsables de la Consellería de Cultura. Los técnicos de esta última administración visitan el lugar del hallazgo y debido a la singularidad de lo encontrado prosigue la excavación y ordenan incluso la modificación del trazado del gaseoducto. La actuación arqueológica además de restos materiales (platos, tazas o ánforas ibéricas, y púnicas entre otros) sacan a la luz nueve escalones y dos tramos abovedados con una longitud total de seis metros. Pendiente está de comprobar si existe una o más cámaras funerarias, según Bienvenido Mas.

En plena actuación e investigación la empresa constructora del gaseoducto alega ante la Consellería de Cultura que carece de medios técnicos para garantizar la seguridad de los trabajadores que excavan el hallazgo subterráneo argumentando que no son especialistas en excavaciones en minas y cuevas. Poco después la Consellería de Cultura insta al arqueólogo paralizar la investigación y recubrir el hipogeo de tierra especial.

Y todo ello sin haber estudiado en la totalidad la cámara funeraria y su último habitáculo. Este tipo de construcción, según otros paralelismos, se utilizó en la antigüedad  para el enterramiento de una o varios personajes de la sociedad fenicia o púnica de entonces que habitaba en la zona. En la parte sin excavar podría situarse el sarcófago o sarcófagos de los allí enterrados. Una cuestión que según el arqueólogo se comprobará cuando se vuelva a excavar.  La paralización ordenada por Cultura no dio lugar a que ninguna otra administración diera un paso adelante para la continuidad de los trabajos.

El año pasado la excavación fue presentada abiertamente en el 8 Coloquio de Estudios Fenicios y púnico que tuvo lugar en Alicante. La  investigación despertó un gran interés entre la comunidad científica.

Otras conclusiones preliminares de la investigación apuntan, según Bienvenido Mas, a que la estructura fue colmatada en época Ibérica. “La supuesta tumba pudo ser saqueada o no, pero no lo sabemos hasta que se excave” señala.

Además considera que el hallazgo supone plantear la presencia de un área  de necrópolis (cementerio) en el entorno durante la etapa fenicia (siglos VIII-VI a.C) que podría estar vinculada con el cercano yacimiento del la misma etapa histórica del Cabezo del Estaño siguiendo un patrón de asentamiento entre poblado fenicio, río en medio y, a pocos kilómetros, el cementerio, según ha sido  constatado en el área oriental de Andalucía. Todo ello sin descartar su posible relación con el yacimiento de la Fonteta, situado en las dunas de Guardamar.