La concejalía de Obras está ejecutando la segunda fase de sustitución de la línea de suministro de agua potable en la zona de la playa y que discurre por la calle Blasco Ibáñez. Es un proyecto que se propuso en 2012, y que supone la sustitución de la tubería de fibrocemento de 150 milímetros de espesor a una tubería de fundición de 300. “Con esta obra el Ayuntamiento reduce las pérdidas de presión de agua, que repercute en un mejor servicio al ciudadano a la obra de consumir agua, explica Jesús Huertas, concejal de Obras”. La longitud de esta obra comprende los 250 metros lineales de la calle Blasco Ibáñez.
El Ayuntamiento de Guardamar ha procedido a esta segunda fase para que los vecinos “tengan un servicio óptimo de suministro de agua en verano, que es cuando Guardamar recibe la llegada de más población”, añade Huertas.
Además, con la nueva tubería la calle dispondrá de mayor caudal que en años anteriores”, informa el concejal.
Estas tuberías que se están sustituyendo se instalaron en la década de los 80. Desde esos años la población ha ido incrementando considerablemente hasta la actualidad. Por ese motivo, el Ayuntamiento ha considerado invertir en este tramo con el fondo de renovación de instalaciones de agua potable creado en 2012.