El último alcalde Republicano de Rojales fue fusilado hace 75 años pese a tener la condena conmutada
Rojales 01-04-2014
Fue ejecutado el 15 de noviembre de 1939, hace casi 75 años, en el cementerio de Alicante tras ser detenido y Juzgado en Consejo de Guerra por el Régimen fascista de Franco. Y ello pese a que su pena de muerte fue conmutada, según consta en el Archivo General Militar de Guadalajara, al no tener delitos de sangre durante la Guerra Civil 1936-1939.
Jesús Cartagena Gil de 48 años fue el último alcalde Republicano de Rojales y militante del PSOE. La anulación de su pena “fue ocultada”, para que fuese ejecutado por un pelotón de fusilamiento a lo que siguió “un tiro de gracia”. Ello, en presencia de Falangistas de Rojales que no quisieron perderse el cruel acontecimiento, según relata su hija, Irene Cartagena Gallud, de 82 años y residente en Formentera del Segura.
El pasado viernes con su hijo estuvo presente en el homenaje celebrado en el cementerio de Alicante en recuerdo a las víctimas del Franquismo, junto a la fosa común donde reposan los restos de cientos de republicanos fusilados entre 1939 y 1945, y donde están al igual, las víctimas del bombardeo del mercado central de Alicante el 25 de mayo de 1938.
Casi sin palabras y totalmente emocionada, Irene Cartagena, tomó el micrófono en el acto organizado por la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica y recordó la injusticia que puso fin a la vida su padre que, cuando fue asesinado, ella tenia siete años, la menor de seis hermanos y hermanas.
La hija del último alcalde Republicano de Rojales, carpintero de profesión y músico, recuerda algunas de las líneas de la carta que su padre escribió poco antes de ser fusilado: ” Decía que tenía la conciencia tranquila, que era inocente, que no había matado a nadie y que no tuviésemos rencor a nadie; también le dijo a mi madre que jamás trajéramos su cuerpo a Rojales porque estaba muy desengañado de muchos de su amigos íntimos del pueblo que al final, lo habían dejado solo”. Y añade: ” mira si mi padre estaba tranquilo que tuvo la oportunidad de salir de España y se quedó porque jamas pensó ni esperaba lo que finalmente le pasó. Mi padre era amigo de todo el mundo “
Irene Cartagena señala que su padre intentó en varias ocasiones dimitir como alcalde de Rojales (cargo que ocupó durante tres años) porque “estaban pasando cosas en Rojales que no le gustaba. No estaba al tanto cuando mataron a alguien en Rojales (de derechas) o quemaron la iglesia”. Por ello entiende que lo mataron únicamente por haber sido alcalde, “no era un criminal”.
Las penalidades de la familia Cartagena-Gallud no terminaron con la muerte del cabeza de familia. Una de su hijas Angelina, hermana de Irene, fue detenida en 1940 a la edad de 19 años y encarcelada en Elche, Orihuela y Alicante. Poco después fue puesta en libertad . “Nunca participó en ningún acto político como mi madre, que no le gustaba ni lo que estaba pasando ni la política”
La madre de Irene Cartagena, María Gallud Costa, también sufrió las represalias de la posguerra. “Le hicieron un juicio militar; la acusaban de tener una emisora de radio para comunicarse con los rusos. Entonces no sabíamos ni que existía Rusia”.
“A mi padre lo enterramos en un nicho del cementerio de Alicante un miércoles. Al jueves siguiente dos Guardia Civiles fueron a mi casa de la calle Joaquín González y se la llevaron al ayuntamiento para interrogarla; así continuamente” señala Irene Cartagena que explica que cada cierto tiempo “iban a mi casa a registrarla, incluso mi caja de juguetes y muñecas; mi madre siempre estaba mala y llorando; nunca hablaba de lo que le pasó a mi padre”.
El 15 de noviembre de 1939 fueron fusilados junto a Jesús Cartagena otros 24 republicanos. Entre ellos los también vecinos de Rojales Manuel García León de 35 años y José Pastor Navarro de 38.