Formentera abre su molino hidráulico
TEXTO Y FOTOS: EDUARDO DE GEA
Principios de los años 90. Con motivo del encauzamiento del río Segura a su paso por la comarca de la Vega Baja, unas obras ejecutadas por el Gobierno Central a través de la Confederación Hidrográfica del Segura, el molino hidráulico de Formentera del Segura comienza a ser derribado. Los trabajos comienzan con la retirada del tejado para a continuación ser extraídas las muelas de piedra de moler y utilizarlas como decoración en la zona verde lindante. Todo apuntaba a que este edificio histórico iba a correr la misma suerte que meses antes, el molino de Alfeytamy en Almoradí también situado en las orillas del río Segura. Justo en el momento en que la cubierta del molino ya estaba desmontada y una grúa se preparaba para arrancar las piedras de moler, aparecieron el entonces concejal, Manuel Ferrández, y el arqueólogo municipal de Rojales, Manuel de Gea. De forma inmediata el derribo del antiguo molino se paralizó. Gracias a ello hoy en día, este elemento etnólogico es seguramente la principal seña de identidad del municipio de Formentera y su mayor valor patrimonial, un valor que aumenta al formar parte de un conjunto hidráulico junto con un azud o presa de sillería y la noria de tracción hidráulica anexa de Benijófar.
Gracias a la iniciativa municipal y a las posteriores obras de rehabilitación, el molino de Formentera del Segura constituye el único inmueble de este tipo que funciona en toda la provincia.
Por ello, el ayuntamiento de Formentera abrirá sus puertas el próximo viernes tres de enero en un horario comprendido desde la 11 a las 13 horas, una oportunidad única para ver como funcionaba este antiguo artilugio, como viene haciendo desde hace siglos y hasta los años 70, moliendo con sus piedras, trigo, maíz y otros cereales para transformar estos granos en harina.
Aunque su construcción en mucho anterior, los primeros datos escritos del molino retroceden al siglo XVIII. Forma parte del Inventario del Patrimonio Cultural Valenciano.
Además de ser rehabilitado y de conservar su antigua función de molienda, llama la atención por ser un superviviente del rico patrimonio inmueble de estas características ligado al río Segura y conservado en perfectas condiciones .
En el año 1889 el investigador Roca de Togores en un estudio sobre los elementos hidráúlicos relacionados con el Segura y sus sistemas de riegos, acequias, azarbes etc, reflejaba que, en la Vega Baja existen un total de 19 molinos hidráulicos: De La Ciudad, Riquelme y Grande o Masquefá en Orihuela, de Cox, del Riacho, de los Arcos, del Marqués, Alfeytamy, de Formentera, de Rojales, de Guardamar, de Hurchilo, de Bigastro, dos en Callosa del Segura, de Albatera, de Llopis, de Fundaciones, de Daya Nueva y de Dolores .
Hoy en día, a poco más de un siglo de distancia en el tiempo, solo se conservan el de Formentera, dos en Orihuela en ruinas, y un cuarto en Guardamar donde solo se conserva el edificio. Todos los demás solo perviven en la memoria. Los últimos en desaparecer fueron el de Alfeytami en Almoradí y el de Dolores, derribado hace unos 10 años, y el único que se conservaba en una acequia.